Una vez que entiendes las posibilidades que puedes lograr con ayuda del dinero, comprendes la importancia de gestionar de forma correcta tus finanzas. Independientemente del tipo de meta que tengas en mente, antes de desarrollar cualquier objetivo, necesitas un plan. Para este caso, te explicaremos qué es un plan financiero y cómo este puede ayudarte a alcanzar tus propósitos.
En términos generales, una adecuada planificación financiera te dará una visión más clara del estado actual de tus finanzas personales. De esta forma podrás analizar tu salud financiera, y poder establecer objetivos más claros y estrategias más realistas. En pocas palabras, un plan financiero te dirá dónde estás ahora mismo, a dónde quieres ir, y cómo llegarás ahí.
¿Qué es un plan financiero y para qué sirve?
Un plan financiero es una herramienta para gestionar y controlar tus finanzas personales y, además, es un camino a seguir con el fin de alcanzar tus objetivos. Por lo general, y dependiendo de tus objetivos específicos, un plan financiero personal debe incluir los siguientes detalles:
La planificación financiera te servirá, de este modo, para contemplar la viabilidad de tus metas y para ayudarte a diseñar los pasos que debes tomar para cumplir dichos planes. Un correcto y honesto análisis de tus finanzas personales, junto a un adecuado plan, te ayudarán a construir una mejor calidad de vida.
Importancia de un plan financiero personal
Un plan financiero personal te ayudará a tomar decisiones inteligentes con respecto a tus recursos económicos, con el propósito de que logres ciertos objetivos determinados. Es una guía que escanea tu salud financiera. Un plan a seguir que enfoca tus pasos hacia una dirección específica.
Para empezar, es recomendable que estructures un plan sencillo de seguir y analizar. A medida que vayas aprendiendo sobre cómo funciona tu dinero y compruebes lo que te está funcionando, asimismo irás modificando tu plan financiero.
Es importante que sepas diseñar objetivos que puedas alcanzar y que, por supuesto, te comprometas a hacerlos realidad. Por esta misma razón, comenzar con un plan sencillo te ayudará, poco a poco, a ir desarrollando tus planes y metas hasta que seas capaz de diseñar un plan mucho más robusto.
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Un plan financiero sirve para direccionar los pasos de un negocio, una familia, o de ti mismo. Determina cuál tipo de plan se acomoda a tus necesidades. Por lo pronto, estas son las características básicas de cada uno:
Plan financiero para empresa: este plan recoge todos los elementos que conforman un negocio. Se utiliza para describir los objetivos económicos y financieros empresariales, y las estrategias a implementar para su realización.
Plan financiero familiar: en este plan no contemplas solo tu situación financiera, sino también la situación de las otras personas que contribuyan de manera económica en tu hogar. Esta es una herramienta útil para crear cierta tranquilidad financiera en tu familia o en tu vida en pareja.
Plan financiero personal: este es tu plan financiero de vida, y es el que abordaremos en este artículo. En este plan, contemplas metas personales tales como tu jubilación, estrategias para inversiones o adquisición de bienes, planes de ahorro, entre otros.
¿Cómo hacer un plan financiero?
Para hacer un plan financiero personal sencillo, basta con que establezcas qué metas quieres alcanzar, y que evalúes cuál es tu situación financiera actual. De acuerdo a la salud de tus finanzas, podrás destinar un porcentaje para ahorros, inversiones, pago de deudas, y otros factores relevantes para ti.
A continuación, te presentaremos una serie de pasos que debes de tener en cuenta a la hora de crear tu plan financiero. Sin embargo, recuerda que son recomendaciones, y que deberás adaptar tu plan de acuerdo a lo que sepas que puedes hacer.
10 pasos para elaborar un plan financiero
1. Realiza un seguimiento de tus ingresos y gastos
Este paso es indispensable, porque debes tener claridad de cuánto dinero tienes y cuánto dinero gastas. En este paso crearás un estado actual de tus finanzas, y a partir de ahí, podrás identificar los gastos que no son importantes en tu cotidianidad y que puedes reducir. Es necesario que aprendas a ser consciente de lo que estás gastando.
En general, elaborar un análisis de tus gastos e ingresos te ayudará con lo siguiente:
Tener un mayor control de tus recursos
Identificar cuáles son las cosas que absorben más dinero
Conocer tu capacidad de ahorro mensual
E identificar cuál es tu capacidad de pago
Esto te dará la información necesaria para que sepas dónde puedes comenzar a reducir gastos para generar mayor ahorro.
Ahora bien, si es la primera vez que vas a diseñar un plan financiero y no tienes anotados todos tus gastos, dedica al menos dos meses en apuntar cada compra y pago que realizas. También te puedes ayudar de un calendario para anotar otros gastos relevantes, como el pago de un semestre estudiantil o el pago de los impuestos. Incluye a tus gastos habituales los que son pequeños, como antojos o chocolates, y los no recurrentes, como una salida al cine o una consulta inesperada con un doctor. Es importante que registres todos los gastos. Cada centavo cuenta.
Para que tengas mayor orden, puedes clasificar tus gastos por aquellos que son variables y aquellos que son fijos. Existen aplicaciones que te ayudarán a llevar la cuenta de tus gastos, o si lo prefieres, puedes ocupar una hoja de cálculo.
2. Define objetivos
Una vez sepas cómo están tus finanzas, es hora de establecer metas. Cuida de que estos objetivos sean realistas, medibles y alcanzables.
Quizás pienses en metas como: “quiero alcanzar mi libertad financiera”, o “quiero viajar por todo el mundo”. Pero estos son objetivos abstractos. Es decir, ¿cuánto dinero necesitas para viajar?, ¿con cuánta cantidad de dinero consideras que alcanzarás tu libertad financiera? Si no puedes responder esto con números, entonces te estás proponiendo metas abstractas. Aterriza cada propósito que te propongas a objetivos cuantificables.
Por ejemplo:
Conseguir 200 dólares para saldar la deuda de mi tarjeta de crédito
Ahorrar 1000 dólares para invertir en un fondo de inversión
Ahorrar 3000 dólares para viajar al Tíbet
Como ves, son metas medibles. Son cantidades de dinero específicas que te propones alcanzar. Comienza por cifras pequeñas que sepas que podrás conseguir y, poco a poco, vas escalando. Una vez tengas claro esto, clasifica las metas por plazos:
Corto plazo: 1 a 2 años
Mediano plazo: 2 a 5 años
Largo plazo: 5 años en adelante
Cuando ya tengas definidos tus objetivos y el plazo para cumplirlos, es hora de que pienses en las estrategias que llevarás a cabo para hacer realidad tus planes.
En resumen, debes responderte lo siguiente: ¿Qué quieres conseguir? ¿Cuándo te gustaría conseguirlo? Y ¿Qué harás para lograrlo?
Ejemplo de plan financiero:
El siguiente es el ejemplo de un plan financiero simple. En él, establecerás la prioridad de tus objetivos, tu meta específica, costo mensual, el periodo de tiempo que te tomará, el costo total, la fecha en la que planeas que se cumpla dicho objetivo y, por último, las estrategias a llevar cabo.
3. Paga tus deudas
Antes de decidir comenzar a invertir o crear estrategias financieras, puede que sea mejor pagar primero tus deudas. Si estás pagando una tasa de interés alta (como las que cobra una tarjeta de crédito), y al mismo tiempo estás destinando dinero a inversiones, es posible que el dinero que termines pagando en intereses sea mayor a la rentabilidad de tus inversiones. Concéntrate en un objetivo a la vez.
Ahora bien, otra cosa es que el préstamo actual que tengas lo estés destinando a inversiones. De todos modos, en este segundo paso, evalúa el costo y el beneficio de todos tus gastos, y determina si valen la pena o no. Sin deudas, será más fácil desarrollar tu plan financiero y tendrás el camino libre para llevar a cabo tus metas.
4. Comienza a ahorrar
Todo plan financiero bien diseñado, debe incluir un plan de ahorros.
Analiza tus entradas mensuales de dinero y tus gastos, y determina si puedes ahorrar, al menos, un 20% de tus ingresos. En la medida de lo posible, abona un poco más. En caso de que tus ingresos no sean suficientes, vuelve a tu lista de gastos e identifica lo que no es necesario para tu vida y reduce su consumo. Incluso, un dulce que compres a diario cada vez que vas a tu trabajo, puede significar al año un gasto de más o menos 300 dólares, suponiendo que el dulce cuesta 1 dólar.
Estos son los gastos hormiga. Son insignificantes. Pero cuando analizas el costo anual de estos pequeños antojos, te darás cuenta de que es dinero significativo.
También, planea un ahorro para generar un colchón financiero. Por más motivados que estemos ante un nuevo proyecto, la vida es impredecible y cualquier cosa puede pasar. Y si algo sucede, es mejor contar con un fondo de seguridad con el fin de no desestabilizar tu situación económica y que no te veas obligado a solicitar préstamos. Para crear un colchón financiero, es ideal que ahorres el equivalente de 6 meses tus ingresos. Al menos, como mínimo, el equivalente a 3 meses.
5. Explora nuevas fuentes de ingreso
Cuando complementas el ahorro con la inversión, tus ingresos se verán beneficiados. Sin embargo, debes ser cuidadoso con las estafas que hay afuera y estudiar muy bien las opciones que encuentres. A grandes rasgos, analiza lo siguiente de cada inversión:
¿Cuánto dinero estás dispuesto a invertir? Ten en cuenta que cada inversión tiene diversos niveles de riesgo y, de acuerdo a ello, será su rentabilidad. El dinero que inviertas debe ser dinero que no te haga falta.
Nivel de riesgo: por regla general, entre más volátil y riesgosa sea una inversión, mayores serán sus ganancias. Por el contrario, las inversiones de bajo riesgo generarán rentabilidades menores.
¿Para qué quieres invertir? Define cuál es el objetivo de tu inversión.
¿Cuándo quieres comenzar a ver rendimientos?
¿Cuál es el plazo de la inversión? Decide si tu tipo de inversión es a corto, mediano o largo plazo.
Cuida de que la rentabilidad de tus inversiones supere la inflación de tu país.
De acuerdo a tus objetivos y a lo que esperas de una inversión, debes analizar los distintos tipos de inversiones que hay en el mercado. Debes estudiar bien cada opción y asesorarte con un experto en el tema. Entre las opciones más conocidas para invertir encontrarás:
Rentas variables: son las inversiones que se hacen en criptomonedas, en acciones, en divisas, y en los índices bursátiles. Requieren de mucha formación y, en otros casos, de información privilegiada. En este punto, vale decirte que tengas cuidado con los cursos que te prometen ser rentable en trading en seis meses y ganar miles de dólares al mes. Por lo general, son estafas de personas que no son rentables en el trading.
Renta fija: se conocen también como bonos. Estos bonos sirven de financiación para los gobiernos y las empresas, mientras que tú obtendrías una rentabilidad baja por tu participación.
Fondos de inversión: son fondos de inversión colectivas en el que personas e incluso empresas, colocan su dinero para que sea utilizado en inversiones mayores.
Negocio propio: emprender un negocio es una buena forma de invertir dinero. Sin embargo, tiene sus riesgos, obstáculos y otros factores que debes de tener en cuenta. Pero con conocimiento y un correcto plan de negocios, puedes crear algo importante.
Comprar metales: se trata de comprar metales como el oro y otros metales preciosos.
Invertir en bienes raíces: es cuando compras una casa o un apartamento para generar ingresos por medio de su alquiler.
6. Implementa acciones y revisa resultados
La vida humana está llena de cambios, y es normal que tu plan se modifique a medida que pasa el tiempo. Quizás tus ingresos aumenten o, por otro lado, saldes una deuda y eso te genere mayor cantidad de dinero disponible. Nuevo bebé, nueva carrera, o una separación. Cada momento de tu vida representará cambios inherentes en tu dinero.
Si has alcanzado tus objetivos y aumentado tus ingresos, avanza hacia las siguientes metas. O en el caso contrario, de no haber podido cumplir con los objetivos establecidos, permítete otra oportunidad y establece nuevas metas más pequeñas. Por lo general, estos planes se actualizan cada año. Pero debes revisarlos con más frecuencia, al menos cada tres a seis meses para evaluar tus avances.
Factores adicionales a tener en cuenta al hacer tu plan financiero:
7. Planifica tus impuestos
La planificación tributaria es de esos pasos que a todos nos gustaría evitar pensar. Sin embargo, no tenerlos en cuenta en tus proyecciones de ingresos a largo plazo puede afectar tus estrategias de forma significativa.
Infórmate sobre las deducciones de impuestos en tu país. Esto te ayudará a reducir el monto total que deberás pagar por tus obligaciones tributarias.
8. Planifica tu seguridad
Está bien esperar lo mejor, pero también debes considerar lo inesperado. Los seguros sirven para planificar una estrategia de respaldo en caso de que suceda algo grave y que requiera de gran cantidad de recursos. Dependiendo de tus necesidades y decisiones personales, puedes considerar seguros de salud, de vivienda, de tu auto, de tu negocio, o seguros de vida, entre otros.
9. Planifica tu jubilación
Nunca es tarde para comenzar a planificar tu jubilación; no obstante, cuanto más rápido comiences, mejor. Para planificar tu jubilación no solo existen los planes de pensiones, sino que también puedes hacerlo mediante tus propias inversiones y ahorros.
10. Planifica tu patrimonio
Planificar tu patrimonio te ayudará a darle un destino a tus bienes cuando llegue el momento en que ya no estés. Con ello planeas el futuro de tus finanzas, de tu familia o seres amados, y tu legado.
Para concluir este artículo, recuerda que de nada vale que diseñes tus planes y objetivos, si no te comprometes a seguirlos. Como habrás podido ver, un plan financiero bien elaborado y completo, será una gran guía para alcanzar tus objetivos y vivir de una forma más cómoda. Al final, todo dependerá de tu disciplina y constancia.