Bienes mancomunados: Qué son y cuáles son sus ventajas y desventajas

Si has tomado la decisión de contraer matrimonio, antes de dar el “sí” es importante que te informes sobre los regímenes patrimoniales que, en pocas palabras, establecen cómo se van a manejar los bienes de ambas personas durante el matrimonio.

El régimen patrimonial del matrimonio son todas aquellas reglas jurídicas que la pareja establece al momento de casarse y esto va a determinar el futuro de todos aquellos bienes que ambos construyeron a lo largo de la vida del matrimonio. En otras palabras, el régimen patrimonial que escoja la pareja al momento de casarse va a regular la relación económica y a administrar los bienes que ambos hayan adquirido durante el matrimonio. Existen dos tipos principales de régimen patrimonial:

  • Bienes mancomunados
  • Bienes separados

En este artículo abordaremos cómo funciona un matrimonio por bienes mancomunados, de tal forma que puedas entender qué implicaciones tiene tomar esta decisión y puedas así tener más información sobre estos temas que a veces pasan desapercibidos. Para comenzar, primero veamos qué son los bienes mancomunados.

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¿Qué son los bienes mancomunados?

Los bienes mancomunados, también conocido como sociedad conyugal o comunidad diferida, se trata de un régimen patrimonial en donde todos los bienes y propiedades son de ambas personas. En este sentido, aunque uno de los integrantes del matrimonio haya construido más riqueza o haya adquirido mayores bienes o inversiones durante el matrimonio, al momento de una posible separación estos bienes se repartirán por igual. Pero todo lo que hayas adquirido antes del matrimonio no formará parte de este protocolo y seguirá siendo tu propiedad.

Para ponerte un ejemplo, si antes del matrimonio adquiriste una casa, la deuda hipotecaria será tuya y la casa al terminar de pagar dicha deuda también será tu propiedad. Sin embargo, si adquiriste esta misma casa dentro del matrimonio por bienes mancomunados esa casa será de ambos. De este modo, todo aquello que la pareja construya o adquiera dentro del matrimonio por bienes mancomunados, incluso, aunque los bienes queden a nombre de una sola persona, en caso de divorcio estos bienes serán repartidos por igual.

Entre los bienes que entran al régimen de bienes mancomunados, de acuerdo con el código de familia de El Salvador encontramos:

  • Los salarios, sueldos, pensiones, premios, honorarios, recompensas u otra cantidad de dinero que provenga del trabajo de cada uno de los cónyuges.
  • Las rentas o los intereses que los bienes propios y los bienes comunes produzcan.
  • Bienes adquiridos a título oneroso por cualquiera de los cónyuges.
  • Bienes y ganancias adquiridas por contratos aleatorios, como la lotería o juegos de apuesta.
  • Construcciones y plantaciones
  • Las empresas establecidas por uno de los cónyuges con bienes de la comunidad.

En este punto es muy importante señalar que, según el artículo 42 del código de familia, antes de celebrar el matrimonio la pareja puede escoger cualquier régimen patrimonial o proponer un régimen distinto siempre y cuando no vaya en contra del código civil. Sin embargo, en caso de que la pareja no se pronuncie al respecto o no escoja un régimen de forma explícita, el matrimonio quedará sujeto al régimen de bienes mancomunados, también llamado comunidad diferida.

Por suerte, este régimen puede modificarse después del matrimonio siempre y cuando sea por común acuerdo.

¿Cómo funcionan los bienes mancomunados?

De acuerdo con el Código de Familia de El Salvador, en un matrimonio que esté bajo el régimen de bienes mancomunados, los bienes adquiridos a título oneroso, las rentas, los intereses y los frutos obtenidos por cualquiera de los cónyuges durante el matrimonio pertenecerá a ambos, y en caso de divorcio todo esto se repartirá por partes iguales.

Bienes mancomunados y divorcio

Ahora bien, ¿qué pasa si me divorcio y estoy casado/a por bienes mancomunados? Los bienes de cada uno de los cónyuges que hayan sido constituidos durante la existencia del matrimonio serán repartidos por partes iguales. De este modo, la administración y disposición de todos aquellos bienes que entraron al régimen de bienes mancomunados corresponderá a los dos cónyuges.

¿Las herencias entran en los bienes mancomunados?

No. En caso de que alguno de los cónyuges reciba una herencia dentro del matrimonio, esta herencia pertenecerá solo a la persona que hereda. Por ende, no estaría obligado a compartir o repartir dicha herencia con su pareja.

¿Qué otros bienes no entran en el régimen de bienes mancomunados?

  • Bienes adquiridos antes del matrimonio.
  • Bienes adquiridos gracias a la venta de bienes propios.
  • Indemnizaciones por daños morales o materiales que hayan afectado a la persona o a alguno de sus bienes.
  • Todos aquellos bienes, herramientas e instrumentos que se necesiten para ejercer un trabajo o profesión. Estos bienes solo pertenecen a quien ejerce la profesión siempre y cuando no formen parte de una empresa que ambos tengan en común.
  • Objetos de uso personal.

¿Bienes mancomunados o separados? ventajas y desventajas

Ventajas y desventajas de los bienes mancomunados y bienes separados

Ventajas de casarse por bienes mancomunados

  • La sociedad conyugal se puede cambiar después del matrimonio. De este modo, la pareja puede llegar a nuevos acuerdos con el fin de proteger el patrimonio de cada uno en caso de que algo cambie durante el matrimonio.
  • Todo lo que cada uno consiga dentro del matrimonio será propiedad de los dos y en caso de divorcio estos serán repartidos entre ambas partes.
  • Si una pareja ha construido desde cero una empresa o cualquier otro proyecto dentro del matrimonio con el esfuerzo y la inversión de ambos, en caso de divorcio estos bienes serán repartidos por igual.
  • En caso de que recibas alguna herencia, esta te pertenecerá solo a ti, pues esto no forma parte de la sociedad conyugal a menos que lo acuerdes con tu pareja en una capitulación matrimonial.
  • En el régimen de bienes mancomunados en caso de fallecimiento de alguno de los cónyuges, los bienes de la persona fallecida pasarán a ser propiedad de la pareja. Sin embargo, hay que tener también presente la presencia de hijos y de documentos notariados.

Desventajas de casarse por bienes mancomunados

  • Si tú tienes más bienes que tu pareja, en caso de divorcio la mitad de estos pasarán a ser propiedad de la otra persona.
  • Si tu pareja solicita un crédito y tú formas parte del contrato, por ejemplo, como deudor, tú también serás responsable del crédito.

Ventajas de casarse por bienes separados

  • Cada uno de los cónyuges conservará la administración y libre disposición de sus propiedades y bienes.
  • Cada uno se hará cargo de sus deudas. De este modo, las deudas de tu pareja no afectarán tu historial ni tu estabilidad financiera.
  • En caso de que tu pareja esté involucrada en un caso de fraude o una gran deuda, estos no te afectarán y tampoco tendrás que involucrarte.
  • Cada uno podrá construir su propio patrimonio a lo largo de la vida del matrimonio, el cual permanecerá como propio en caso de divorcio.
  • Aunque cada cónyuge tenga su propio patrimonio, ambos pueden compartir y tener cuentas mancomunadas si así lo deciden.

Desventajas de casarse por bienes separados

  • Desde la perspectiva del cónyuge con menos bienes, en caso de divorcio no podrá beneficiarse de ninguno de los bienes del otro. Por supuesto, esto sería una ventaja para el cónyuge con más bienes.

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¿Qué es mejor casarse por bienes mancomunados o separados?

Llegados a este punto, puede que ahora te estés preguntando cuál decisión es mejor, ¿casarse por bienes mancomunados o separados? Es cierto que con el matrimonio la pareja espera poder planear y construir un proyecto de vida en común. Sin embargo, también es necesario entender que hay sucesos que pueden provocar la separación o el divorcio. En este sentido, lo más recomendable es que la pareja establezca bajo qué régimen patrimonial van a casarse y, de este modo, puedan proteger la estabilidad y el futuro económico de ambos.

Teniendo en cuenta lo que hemos analizado en este artículo, lo más recomendable es casarse por bienes separados con el fin de proteger el patrimonio y el historial de ambos. Pero esto también depende de los proyectos que ambos quieran cultivar juntos durante el matrimonio. 

Por ello, antes de tomar una decisión está bien dar un repaso por las características de cada régimen patrimonial, de modo que puedas tener más información sobre este tema. En general, los bienes se pueden determinar en bienes mancomunados o en bienes separados. Por su parte, en El Salvador hay tres formas de manejar los bienes de la pareja:

1.    Bienes mancomunados:

Implica que los bienes adquiridos durante el matrimonio se repartan por igual entre ambos cónyuges. Es decir, todos aquellos bienes y propiedades que se hayan adquirido a partir de la fecha del matrimonio y, por ende, no se incluyen aquellos bienes y propiedades que hayan sido adquiridos antes del matrimonio, pues estos seguirán siendo propiedad de la persona que los haya adquirido. Estos bienes propios pueden formar parte de la sociedad conyugal siempre y cuando se haya acordado esto en las capitulaciones matrimoniales.  

Las capitulaciones son acuerdos que se establecen entre ambas partes, donde se deja en claro qué propiedades son de cada uno, qué propiedades entran en la sociedad conyugal y cuáles no, entre otros aspectos. Estas capitulaciones pueden acordarse antes del matrimonio o durante el matrimonio.

En las capitulaciones matrimoniales se pueden incorporar todos aquellos bienes o solo algunos de ellos que hayan sido adquiridos por cada uno de los cónyuges antes del matrimonio para que formen parte de la sociedad conyugal. Entre estos bienes se pueden incluir las herencias que ya se hayan recibido o que se puedan llegar a recibir durante el matrimonio, dinero en efectivo, entre otros. Si no se acordaron las capitulaciones todos estos bienes adquiridos antes del matrimonio seguirán perteneciendo solo a la persona que los haya adquirido.

Esta opción puede ser adecuada para aquellas parejas que estén planeando formar desde cero una empresa o algún otro proyecto juntos durante el matrimonio. De este modo, los bienes y las ganancias que fueron trabajados por ambos seguirán siendo de los dos incluso después del matrimonio y serían repartidos por partes iguales.

2.    Bienes separados:

Implica que el patrimonio de cada uno de los cónyuges se mantenga separado. De esta forma, cada cónyuge conserva la propiedad, la administración y libre disposición de sus propiedades y bienes antes, durante y después del matrimonio. Además, las ganancias que cada uno de estos bienes produzca será propiedad de la persona, no del matrimonio. Estos bienes incluyen propiedades, ahorros, salarios, herencias, deudas, entre otros.

Esta opción es la más adecuada para aquellas personas que ya tengan un recorrido económico que haya dado frutos, que tengan inversiones o empresas, de este modo se protege su patrimonio y su estabilidad financiera. En caso de deudas, estas no afectarán el patrimonio del otro. Esta opción también es la más adecuada para aquellas personas que quieran construir y cultivar un patrimonio propio.

Por supuesto, estar bajo este régimen no significa que la pareja no pueda compartir deudas, proyectos, ganancias o que puedan tramitar cuentas mancomunadas. Este régimen lo que pretende es manejar los bienes por separado en caso de divorcio con el fin de no poner en riesgo el patrimonio de ninguno de los cónyuges.

3.    Participación en las ganancias de cada uno de los cónyuges:

En el régimen de participación en las ganancias, cada uno de los cónyuges tendrá el derecho a participar en las ganancias que obtenga su cónyuge durante el tiempo que dure el matrimonio. En caso de divorcio, la participación en las ganancias deberá de pagarse según corresponda a cada cónyuge. 

Este régimen puede ser adecuado para aquellos matrimonios en donde cada uno de los cónyuges tienen proyectos o trabajos remunerados que cuenten con el apoyo de ambos. De este modo, la prosperidad de uno repercutirá en el otro, pero cada uno seguirá manteniendo la independencia en la administración de lo que es propio.

Por último, recuerda que, aunque ya estés casado o casada puedes cambiar de régimen patrimonial o acordar nuevas capitulaciones. Es decir, y por poner un ejemplo, si te has casado bajo un régimen patrimonial de bienes mancomunados, puedes cambiar a un régimen de separación de bienes y determinar qué bienes son propiedad de cada uno.

¿Cómo se reparten los bienes en un divorcio?

Bienes en un divorcio en El Salvador

Divorcio de un matrimonio por bienes mancomunados

Cuando se presenta un matrimonio por bienes mancomunados que termina en divorcio, es importante que entiendas que se considera que ambas personas son copropietarias de todos aquellos bienes que hayan adquirido dentro del matrimonio. Incluso si estos bienes están a nombre de solo una persona se entenderá que es de ambos.

En caso de que no puedas probar ante la ley que un bien es 100% tuyo este pasará a formar parte de la sociedad conyugal.

Hay algunos bienes que no entran al régimen de bienes mancomunados y que permanecen como propiedad de cada cónyuge. Sin embargo, esto puede ser diferente en caso de que se haya establecido de otra forma al momento de pactar las capitulaciones matrimoniales. Si no hay capitulaciones o acuerdos, los siguientes serían los bienes que no entrarían al régimen:

  • Todos aquellos bienes, propiedades y derechos que se hayan construido o adquirido antes del matrimonio.
  • Bienes adquiridos por herencias, donaciones o premios, ya sea antes o durante el matrimonio.
  • Bienes adquiridos gracias a la venta de bienes propios.
  • Objetos de uso personal como ropa o accesorios.
  • Todos aquellos bienes necesarios para llevar a cabo una profesión u oficio.

Aquellos bienes que cada persona haya adquirido antes del matrimonio seguirán perteneciendo a su propietario y no entrarán en un proceso de repartición. Sin embargo, si antes del matrimonio la pareja llegó a acuerdos para que estos bienes propios formen parte de la sociedad conyugal, en caso de divorcio estos bienes entrarían en el proceso de repartición por partes iguales. Pero si la pareja no acordó nada y nunca existieron estas capitulaciones, se entiende que estos bienes seguirán siendo propios.

Por supuesto, pueden existir más regulaciones que se apliquen al momento del divorcio y que no estemos contemplando en este artículo. Por ello, es muy importante que puedas contar con la asesoría y acompañamiento de un abogado o notario.

Divorcio de un matrimonio por bienes separados

Ahora bien, en caso del divorcio de un matrimonio bajo el régimen de separación de bienes, todo lo que haya adquirido cada cónyuge durante el matrimonio seguirá siendo única y exclusivamente de la persona que haya adquirido el bien o la propiedad. Por ende, en caso de ruptura no habrá repartición de bienes. Cada uno conservará lo que haya adquirido y comprado antes y durante el matrimonio.

Sin embargo, si la separación provocara en uno de los cónyuges una desestabilización sensible en su situación económica, podrá tener derecho a una pensión en dinero que se fijaría en la sentencia del divorcio. Por supuesto, para acceder a esto la persona tendría que dar pruebas de su situación económica; también se tienen en cuenta los acuerdos a los cuales hayan llegado los cónyuges y otros aspectos básicos sobre el matrimonio y sobre la situación del otro cónyuge.

Para finalizar, es importante que entiendas que pueden existir otras condiciones, situaciones, regulaciones o excepciones. Por ello, lo recomendable es que puedas consultar con un experto en el tema que pueda analizar tu caso específico. Esperamos que esta información pueda serte de gran utilidad y que hayas podido despejar algunas dudas.