Contar con una fuente de financiamiento es esencial para obtener los recursos que te permitan desarrollar tu proyecto. Por supuesto, antes de pensar en cómo financiar tu emprendimiento, es indispensable que cuentes con un plan de negocios sólido y claro, con el fin de poder determinar qué tipos y fuentes de financiamiento se adecuan a tu proyecto. Al tener claros tus números y contar con proyecciones realistas, las probabilidades de poder sacar adelante tu negocio con cualquier tipo de financiamiento que escojas, se harán más grandes.
Recuerda: es un error de muchas empresas solicitar un préstamo sin antes tener claro su modelo y plan de negocios. Un plan es una guía que te permitirá alcanzar tus objetivos y, con ello, poder prever posibles problemas o escenarios desfavorables. Y al tener esto claro, podrás saber cómo diseñar estrategias que te permitan seguir adelante, lo que a su vez te ayudará a saber cómo utilizar el financiamiento para tu emprendimiento de tal forma que puedas crecer.
En este artículo te hablaremos sobre cómo financiar un proyecto y te detallaremos algunos de los tipos de financiamiento más comunes para empresas y emprendedores. Ya sea que tu idea esté en una etapa inicial, o que ya tengas un recorrido importante, siempre encontrarás diversas opciones de financiamiento para tu proyecto.
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Qué son las fuentes de financiamiento
Las fuentes de financiamiento son todos aquellos medios por los que una empresa o emprendimiento consigue financiación y recursos para el desarrollo y cumplimiento de sus objetivos, ya sea en una etapa inicial, o para impulsar su crecimiento en una etapa más madura.
Algunos ejemplos de fuentes de financiamiento para una empresa o emprendimiento, son los beneficios netos del negocio y su capital propio, préstamos a corto o largo plazo, créditos, capital de riesgo, fondos de inversión, entre otros.
Los costos del financiamiento son variables y dependen del método que escojas. En términos generales, y para que tengas una idea más clara sobre lo que implica un financiamiento, debes de considerar lo siguiente:
- Monto necesario: Es el capital necesario para poder desarrollar el proyecto.
- Plazo de financiamiento: Es el tiempo en el cual necesitarás esa financiación hasta que tu empresa pueda sostenerse por sí misma o hasta que hayas alcanzado los objetivos propuestos.
- Flujo de amortización: Es la distribución gradual de los costos de la deuda a través de pagos periódicos.
- Capacidad de endeudamiento del proyecto: Es el nivel de riesgo que puedes adquirir sin llegar a amenazar el futuro o la estabilidad de la empresa o de tus bienes.
- Costos del financiamiento: Es el costo total del financiamiento, incluyendo intereses y otros cobros adicionales. Esto dependerá de cada entidad financiera o del método de financiamiento que escojas. Por ello, es recomendable que compares las tasas de intereses y los beneficios de cada método, con el fin de escoger el más adecuado para ti.
Ejemplos de tipos de financiamiento

1. Fondos propios:
Este tipo financiación corresponde a la utilización del patrimonio de la empresa para el crecimiento de la misma. Son todos aquellos recursos propios e ingresos que genera la empresa por medio de los inventarios, las cuentas por cobrar u otros tipos de fondos que sean propiedad del negocio. Por lo general, cada empresa distribuye sus fondos de la siguiente forma:
- Financiación por capital de los socios: Es el dinero que aportan los socios de la empresa para el desarrollo de la misma. Sin embargo, ten presente que, si las fuentes de financiamiento vienen solo de los socios, se puede llegar a correr el riesgo de que uno de ellos abandone el proyecto y, con ello, retire su capital. Por ello, es indispensable realizar un pacto de socios con el fin de proteger el bienestar del proyecto, y agregar la cláusula de vesting. El vesting es un mecanismo de protección que establece un periodo mínimo de permanencia de los socios. Es decir, es un compromiso de permanencia.
- Reservas: Son el resultado de las operaciones y los beneficios de la empresa. Este capital se utiliza como reserva para cubrir las necesidades de la empresa y no se reparte entre los socios o propietarios. En esta categoría se añaden las amortizaciones y provisiones de una empresa.
2. Fondos ajenos:
Estos suelen ser préstamos de dinero cuyo capital se devuelve con un interés agregado, y otros cobros adicionales que dependen de cada banco o entidad financiera. Estos fondos se pueden dividir en dos categorías: tipos de financiamiento a corto plazo y a largo plazo.
- Tipos de financiación a corto plazo: Son aquellos préstamos que se deben de devolver en el plazo de un año o algunos meses, y sirven para generar liquidez y disponer de dinero de forma inmediata. Como son créditos a corto plazo, sus tasas de interés no suelen ser tan altas y piden pocos requisitos y documentación necesaria para acceder el préstamo.
- Tipos de financiación a largo plazo: Son créditos que se deben de devolver en un plazo superior a un año, y sirven para aumentar el patrimonio de la empresa. Como son préstamos más grandes, las entidades que otorgan este tipo de financiamiento suelen pedir garantías o variedad de requerimientos y documentación.
Tipos y fuentes de financiamiento de una empresa

Es cierto, que el financiamiento suele ser una problemática al principio de cualquier tipo de emprendimiento que no cuente con los recursos necesarios para comenzar, o para sostenerse los primeros meses. Por ello, a continuación, te detallaremos algunas de las fuentes de financiamiento más utilizadas tanto para emprendedores que están comenzando, como para empresas que ya llevan cierto recorrido. De este modo, podrás contar con información de utilidad para que evalúes tus posibilidades.
Y recuerda que antes de acceder a algún tipo de financiamiento, es importante saber cuál es tu modelo de negocios y en qué etapa está tu empresa. Saber esto te dará mayor claridad sobre la decisión a tomar para tu emprendimiento:
10 Fuentes de financiamiento para emprendedores
1. Recursos propios:
Al iniciar un proyecto, puedes llegar a contar con el apoyo económico de tus ahorros y de los recursos con los que ahora mismo cuentes: como mesas, un lugar de trabajo, un computador, herramientas, algunos ahorros, entre otros. Incluso, puedes contar con recursos de personas cercanas a ti que estén interesadas en invertir en tu emprendimiento. Por supuesto, antes de acceder al financiamiento por parte de tu circulo social, es importante dejar en claro los acuerdos y las condiciones de este financiamiento.
2. Financiación bancaria:
Este método de financiamiento solo es accesible para proyectos que cuenten con un plan financiero realista, con solvencia económica, con alta capacidad de pago y con un modelo de negocios ya trabajado. Los trámites y requisitos suelen ser bastantes y el periodo de espera para la aprobación del crédito suele tomar tiempo. Una vez aprobado el crédito, el proyecto obtendrá la totalidad del capital solicitado. Pero ten en cuenta que, dependiendo de cada entidad financiera, los costos por intereses pueden ser altos
3. Microcréditos:
En el caso de no contar con los recursos iniciales para comenzar tu proyecto y de no cumplir con la cantidad de requisitos que solicita una entidad financiera para acceder a un crédito, puedes optar por un microcrédito. Por lo general, el tiempo en el cual debes de devolver el dinero es de un mes, por lo que solo accede a este método en caso de contar con la certeza de que podrás pagar en ese plazo de tiempo. Pues los intereses suelen subir a medida que más tiempo te tardes en pagar.
En Pisto, nuestros microcréditos cuentan con tasas de interés bajas y, en caso de que puedas pagar antes del plazo establecido, los intereses bajarán aún más. Esta es una forma de conseguir financiamiento rápido y sin tantos requisitos, documentación, ni esperas.
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4. Crowdfunding:
Este sistema de financiamiento se basa en la recolección de fondos de personas naturales que buscan invertir en proyectos y apoyar su crecimiento, y tanto las personas como los emprendimientos, pueden acceder a esta red mediante plataformas o aplicaciones en internet. En estos fondos el capital no se entrega en su totalidad, sino por partes.
Para que el emprendedor pueda acceder a este tipo de financiamiento, debe de detallar su modelo de negocios, el capital requerido, el tiempo de la inversión, la tasa de interés que está dispuesto a dar o el método por el cual se compensará la inversión de la persona aportante. Y adicional, cada plataforma tiene otros requisitos específicos cuyo objetivo es solo permitir que aquellos proyectos con probabilidades reales de crecimiento participen en este sistema. De este modo, se asegura a las personas que inviertan en estas empresas, un nivel de riesgo menor.
5. Capital de riesgo:
O también llamado capital emprendedor, es el financiamiento dado a aquellas empresas nuevas o ya existentes que demuestren un potencial de rentabilidad y la capacidad de crecimiento y expansión en el mercado. Este capital puede ser otorgado por inversionistas privados, por entidades o fondos, y no requiere que el proyecto ceda un porcentaje de participación. A cambio, el emprendedor debe de generar una tasa de retorno de la inversión.
6. Programas de apoyo:
Diversas entidades nacionales cuentan con ayudas para aquellos emprendimientos que estén comenzando o empresas que sean pequeñas y que demuestren la viabilidad de su proyecto, un modelo de negocios estudiado y un perfil innovador. El capital que sea liberado para tu emprendimiento, dependerá del aporte que tu proyecto signifique para el desarrollo nacional o regional, y de su impacto social e incluso ambiental.
Hay entidades que evalúan los siguiente:
- La innovación tecnológica
- El perfil ecológico o sostenible
- Los puestos de trabajo que genere el emprendimiento
- El impulso a la cultura nacional, entre otros factores
Estos requisitos y puntos de evaluación dependen de cada organización financiera. Pero por lo general, todas buscan proyectos innovadores y que generen un impacto positivo en el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, los programas de ayuda suelen pedir diversos requisitos y documentación. Además de que el tiempo de respuesta suele ser largo.
7. Concursos para emprendedores:
Se basa en la participación en concursos para emprendedores. En este entorno, podrás recibir feedback de parte de profesionales en el área en el cual estás desarrollando tu idea, y de parte de otros emprendedores. Es una forma útil de evaluar la viabilidad y potencial de tu idea, y mejorar las partes que todavía requieran de trabajo. En caso de que tu proyecto sea premiado, recibirás incentivos en capital, difusión de tu proyecto o también mentorías de parte de profesionales u otros tipos de apoyo.
8. Inversores privados:
Son inversionistas que aportan capital en proyectos que sean de su interés y que proyecten una buena rentabilidad y rápido retorno de la inversión, a cambio de un porcentaje de participación. Además de obtener el financiamiento necesario, el proyecto también recibirá los conocimientos y los contactos del inversionista. Por supuesto, antes de buscar un inversionista privado, debes de considerar las desventajas y ventajas de un socio adicional al proyecto y, sobre todo, cuidar de siempre mantener el control de tu negocio o la participación mayoritaria.
9. Incubadoras:
Son programas que aportan apoyo económico a aquellas ideas que se encuentran en su etapa inicial, por lo general, a cambio de un porcentaje de la empresa. Sumado a esto, se añaden mentorías, guías y apoyo a la formación del emprendedor. Cuando el negocio comienza a tomar forma, se puede pasar a una aceleradora.
10. Aceleradoras:
Son programas que se dedican a acelerar el crecimiento y desarrollo de un proyecto. En estos programas se sigue apoyando a la formación y acompañamiento del emprendedor con mentorías, además de que hay mayor acceso a redes de contactos.
Por último, queremos recordarte la importancia de diseñar primero un sólido modelo y plan de negocios que le den forma a tu idea. Solo así, podrás prever soluciones a posibles problemáticas u obstáculos, diseñar estrategias y objetivos realistas, y tener una guía que dibuje el camino a seguir. De esta forma, al conseguir financiamiento, tendrás las bases más claras y tendrás mayor conocimiento sobre cómo utilizar ese capital para sacar adelante tu negocio.
Porque una cosa es encontrar la forma de cómo financiar tu empresa, y otra muy diferente es saber cómo utilizar ese capital y en qué invertirlo. Te invitamos a seguir leyendo más artículos de nuestro blog, en el cual podrás encontrar mayor información sobre finanzas para emprendedores y también finanzas personales. Recuerda seguir cultivando tus conocimientos y tu espíritu emprendedor.
¿Cómo pedir un préstamo? Guía y consejos

Una deuda bien administrada puede ayudarte a crecer. Una deuda mal utilizada, sin planeación u objetivos determinados, puede llevarte a la quiebra. Es importante que antes de pedir un préstamo, tengas un plan adecuado y hayas diseñado un presupuesto.
Teniendo esto claro, podrás pedir un préstamo sin lastimar tus finanzas personales. Sin embargo, existen una serie de factores que cada entidad financiera tiene en cuenta para evaluar la viabilidad de aprobar un crédito. Pero para darte una idea central: el negocio de los préstamos se basa en la confianza. Si logras que un banco u otra entidad financiera confíe en ti, podrás conseguir los préstamos que necesites para tus proyectos.
En este artículo te hablaremos de los requisitos fundamentales que toda entidad evalúa antes de aprobar un crédito o un préstamo. Hemos diseñado esta guía con consejos y recomendaciones para que aprendas a cómo pedir un préstamo y puedas llevar de la mejor forma tus finanzas.
Pero primero, es importante que entiendas la diferencia entre los tipos de préstamos más comunes, con el fin de que puedas estudiar el apropiado para tu caso en específico.
Los tipos de préstamos más comunes
¿Qué es un crédito?
El crédito es un préstamo de dinero que se deposita en una cuenta destinada al cliente, de esta manera, la persona podrá hacer uso del dinero que necesite para casos concretos. Por ejemplo, si el banco otorga una línea de crédito de 1000 dólares al mes, el cliente decidirá si emplea todo este crédito o solo una parte de él.
De acuerdo al uso que le des a los créditos, así serán tus intereses. Es decir, solo pagarás intereses sobre el dinero que hayas utilizado, y no sobre el dinero total que el banco te haya otorgado. Sin embargo, debes informarte sobre los costos adicionales que te pueden añadir por el dinero no empleado. Este tipo de préstamos suele utilizarse para empresas o negocios pequeños que necesiten financiación, o que no cuenten con suficiente liquidez.
¿Qué es un préstamo personal?
A diferencia del crédito, con el préstamo personal tendrás el total del dinero aprobado por la entidad financiera de una sola vez. Esta forma de financiación sirve para adquirir bienes o solventar alguna necesidad económica. Por ejemplo, con un préstamo personal puedes comprar un carro, pagar un plan de vacaciones o realizar el pago de los servicios.
En este caso, pagarás intereses por todo el dinero que la entidad ha puesto a tu disposición. Antes de aprobar el préstamo, el banco realizará un estudio de tu situación financiera para comprobar el nivel de riesgo y tu capacidad de pago.
¿Qué son los microcréditos?
Son préstamos que se otorgan de manera rápida, con pocos o ningún requisito, y en línea. Su periodo de amortización es corto: por lo general, debes pagar la deuda en el plazo de un mes. Al ser estos préstamos inmediatos, sus intereses suelen ser altos, por lo que solo debes usarlos para emergencias o casos específicos, ya que pueden generarte una deuda grande en caso de que no puedas pagarlos a tiempo.
Por ejemplo, en Pisto puedes encontrar microcréditos con tasas de interés justas para las personas. Y como ya te mencionamos, este servicio funciona por completo en línea 🙂
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¿Dónde te conviene pedir un préstamo?
Dependiendo de tus necesidades y de tu situación actual financiera, deberás evaluar la entidad prestamista que mejor beneficio otorgue a tu bolsillo. Por lo general, las entidades más utilizadas para pedir préstamos son:
- Bancos: hoy en día, muchos bancos tienen sus servicios disponibles de forma online, lo que te da la facilidad de resolver tus dudas por internet si no tienes tiempo de ir personalmente a una sucursal bancaria. Sin embargo, como veremos más adelante, son varios los requisitos que debes de cumplir para poder acceder a sus préstamos.
- Empresas de capital privado: este tipo de entidades son las que, en mayor medida, ofrecen préstamos rápidos conocidos como microcréditos o micropréstamos. Por lo general, sus servicios y el proceso se llevan a cabo de modo 100% online.
- Cajas de ahorro y crédito: estos son fondos construidos con recursos públicos cuya función es financiar pequeñas empresas. Ejemplo de esto son las cajas municipales.
Requisitos fundamentales para pedir un préstamo
En esta parte te explicaremos los requisitos fundamentales que toda entidad financiera revisará antes de aprobar un préstamo. Dependiendo de si necesitas pedir un préstamo para un negocio o pedir un préstamo personal, los requerimientos serán distintos. Pero, en términos generales, los requisitos más comunes son:
- Demostrar tus ingresos
- Tener historial crediticio
- Tener capacidad de endeudamiento
- Que tu negocio cuente con salud financiera
- Tener una reputación financiera adecuada
- Contar con garantías de pago
1. Demostrar tus ingresos
Toda entidad financiera que ofrezca créditos debe responderse lo mismo: ¿con qué ingresos la persona va a garantizar el pago del préstamo?
Por lo regular, los bancos evalúan los movimientos de dinero que hayas tenido en tus cuentas para comprobar tus ingresos. Ya sea que muevas tu cuenta de ahorro o tu cuenta corriente. Esto quiere decir que, si no mueves dinero en ninguna cuenta bancaria, el banco no podrá estudiar con qué ingresos dispones o cuánto dinero mueves en promedio. De todas formas, también pueden solicitarte una carta laboral para corroborar tus ingresos. En este documento se indicaría tu cargo, el salario y el tipo de contrato.
En el caso de una persona independiente no piden cartas laborales, pero pueden solicitarte tu declaración de renta o la declaración de impuestos. La manera de demostrar tus ingresos puede ser distinta dependiendo de los requisitos de cada banco. No obstante, estos son los documentos más comunes que suelen pedir, así que ordénalos al día. Otros documentos comunes que los bancos piden son: contratos de arrendamiento, certificados que acrediten otros ingresos, además de una fotocopia de tu identificación personal.
2. Tener historial crediticio
Aunque cuentes con buenos ingresos demostrables, si nunca has usado un crédito, será difícil obtener un préstamo grande. Este dato es importante para los bancos porque de esta forma, pueden estudiar tu comportamiento y puntualidad de pago con créditos anteriores y evaluar el riesgo de aprobar un préstamo para tu caso.
Con tu historial crediticio, las entidades revisarán qué tan rápido has pagado, qué cantidad de dinero has movido, cuántas obligaciones tienes, si te has atrasado o si tienes algún reporte negativo. Entre mejor historial tengas, más fácil obtendrás un crédito. Al mismo tiempo, si cumples con los pagos establecidos, el banco que te ha prestado dinero te ofrecerá mejores beneficios para un nuevo crédito. Aunque esto depende de cada empresa.
Ahora bien, si nunca has utilizado un crédito, ¿cómo puedes tener historial crediticio?
Lo primero que puedes hacer es sacar una tarjeta de crédito. Si bien es cierto, muchas personas evitan estas tarjetas por miedo a sus intereses y las deudas que puedan generarles. Pero si usas una tarjeta de crédito con disciplina y conocimiento, no tiene por qué suceder algo negativo.
Para empezar, una gran recomendación es usar la tarjeta de crédito a una sola cuota con dinero que ya tengas. Al pagar de esta forma, no generarás deuda ni intereses. Con ella puedes hacer los pagos que haces mensualmente, como el pago de las facturas o alguna membresía. Esto irá creando historial crediticio, y como dejas las cuotas a un mes, te ayudará a generar un puntaje alto. Pero recuerda no gastar más de lo que tienes.
3. Tener capacidad de endeudamiento
Este es uno de los factores más importantes a la hora de aprobar un préstamo, porque de acuerdo a esto, la entidad financiera determina cuánto dinero puede prestarte y en cuánto tiempo podrás devolverlo.
El banco sabe que tienes gastos de vivienda, facturas, comida, educación o entretenimiento. De este modo, la entidad evalúa cuál es tu capacidad de endeudamiento una vez hayas pagado todas tus obligaciones y necesidades. En otras palabras, cuánto dinero te queda disponible después de todos tus gastos, y cuál porcentaje de ese disponible neto puedes usar para pagar la deuda sin arriesgar tu salud financiera.
Aunque claro, existen productos financieros que te prestarán dinero sin tener en cuenta tu capacidad de endeudamiento, como lo son las tarjetas de crédito. Por eso es indispensable que cuentes con un presupuesto financiero bien elaborado.
Otro aspecto importante a la hora de evaluar tu capacidad de pago, son los cupos que tengas en tus tarjetas de crédito. Entre más cupos tengas, menor será tu capacidad de endeudamiento. Esto sucede porque los bancos saben que puedes hacer uso de estos cupos y, con ello, reducir el dinero disponible que tengas al final de cada mes. SI esto te sucede, disminuye estos cupos y cancela las tarjetas que menos uses.
4. Que tu negocio cuente con salud financiera
Al pedir un préstamo para un negocio, los bancos estudiarán los balances financieros de la empresa. De esta forma evalúan los riesgos del préstamo. Un balance adecuado es aquel que demuestre ventas crecientes, un razonable nivel de endeudamiento, rentabilidad y liquidez.
5. Tener una reputación financiera adecuada
Al solicitar un crédito para un negocio, el banco hará un diagnóstico de la situación financiera de la empresa para comprobar su solvencia, productividad y adecuado manejo de las finanzas. En caso de que hayan existido problemas en el pasado, la empresa deberá ofrecer un reporte que evidencie el estado de la situación.
6. Contar con garantías de pago
La garantía de pago es una forma en la que una entidad financiera protege el dinero que dará en préstamo. Los bancos y los prestamistas quieren tener la certeza de que podrás pagar la deuda, por ello, solicitan estas garantías de pago. Ejemplos de garantías son: el aval de una persona física o jurídica, una hipoteca donde se comprometa un inmueble, o el contrato de un seguro.
Otros aspectos a tener en cuenta al pedir préstamos

¿Se pueden pedir préstamos rápidos?
Sí. Los microcréditos son las soluciones financieras más rápidas y accesibles a causa de que no piden muchos requisitos y su proceso suele hacerse por completo en línea. Sin embargo, como ya mencionamos anteriormente, sus tasas de interés son más altas de las que puede ofrecerte un banco. Por esto, solo debes acceder a estos préstamos cuando tengas la seguridad de que podrás pagar en sus plazos establecidos.
No uses estos préstamos para financiar unas vacaciones o algún capricho. Solo si necesitas una solución a una emergencia real, asegúrate de que seas capaz de pagar a tiempo, sin pasarte un solo día. No tendrás problemas con los microcréditos siempre que pagues en el plazo indicado, o si pagas antes mejor. Por último, evita sobrepasar tu capacidad de endeudamiento para que puedas cumplir con los pagos.
¿Está bien pedir un préstamo para pagar otro?
Antes de decidir pedir un préstamo para pagar otra deuda, revisa tu salud financiera con el fin de que puedas desarrollar un presupuesto y un plan para pagar tus deudas. No es lo más recomendable endeudarte más para pagar otro préstamo, ya que al final puede crearse una bola de nieve que crecerá sin control.
Ya sea que tengas una deuda o muchas, tómate el tiempo de ordenar tus finanzas personales para conocer cuál es el monto total de tu deuda. Puedes probar clasificar tus deudas por mayor a menor cuota mensual, por intereses y cobros adicionales.
Pero lo más importante, es que no aceptes más créditos ni gastes el dinero que tengas disponible en objetos o razones que no sean necesarios. Evita diferir las compras que haces con tu tarjeta de crédito a más de dos meses. Es muy común encontrarse con personas que difieren sus compras del hogar (como alimentos y productos de higiene) a varios meses. Esta es la trampa de “tenerlo ahora y pagarlo después”. Si sueles tener estos hábitos, trabaja en cambiarlos. De otra forma, será difícil salir de deudas.
Algo que puedes hacer, pero que debes de analizar, es la compra de cartera para unificar todas tus deudas. Cuando tienes varios préstamos con distintos bancos, puedes unificar todas estas deudas en una sola y con un solo banco, que es el que compra tus otras deudas para que solo le pagues a él. De esta manera, el banco se gana los intereses que le pagarías a otras entidades, y a cambio, puede bajarte los intereses o aplazar los pagos.
¿Qué tipo de tasa de interés me conviene?
Cuando estás negociando para un crédito, por regla general, puedes escoger entre una tasa de interés fija, y una tasa de interés variable. Una tasa de interés fija asegura que el interés que tengas que pagar por el préstamo será el mismo durante el periodo que dure dicho crédito. Por su parte, con una tasa de crédito variable, el interés se modificará de acuerdo a los cambios del mercado.
Ahora bien, si tus ingresos son estables y tu préstamo es a largo plazo, puedes optar por una tasa de interés fija. De esta forma, sabrás cuál es tu pago mensual y cuál es tu tasa de interés, y con ello podrás hacer mejor uso de tu presupuesto financiero.
Por su parte, con una tasa de interés variable puedes beneficiarte de que la tasa baje, pero también corres el riesgo de que suba. De escoger este tipo de tasa, puedes configurar un tope de intereses si es que tu tipo de crédito te lo permite. En general, el tipo de tasa de interés depende mucho de tu capacidad de pago y de tus necesidades personales.
¿Un jubilado puede pedir un préstamo?
Siempre y cuando tengas capacidad de crédito, puedes solicitar un préstamo, aunque ya estés jubilado. Dependiendo de la entidad financiera, los requisitos pueden ser distintos. Uno de los requerimientos más importantes para solicitar un préstamo es la edad. Algunos bancos otorgan préstamos a personas con una edad máxima de 65 años y también pueden poner varias limitantes en los plazos de pago.
¿Cómo pedir un crédito hipotecario?
Para pedir un préstamo para comprar una casa, se requiere de una buena capacidad de endeudamiento. Este tipo de préstamos lleva un proceso complejo de estudio, porque son préstamos que dan plazos de 20 años o más. Al mismo tiempo, un préstamo hipotecario beneficiará tu historial crediticio.
Ahora bien, antes de pedir un préstamo de este tipo, te recomendamos que cuentes con un colchón financiero de al menos, 6 veces tus gastos mensuales. No podemos predecir los imprevistos ni asegurar lo que sucederá en el futuro. Por eso es adecuado que puedas contar con un fondo de seguridad o, en su defecto, ve pagando más de la cuota mínima mensual dando abonos extra para acortar el tiempo de la deuda. Asegúrate de que el pago mensual de este crédito no supere el 30% de tus ingresos neto.
Consejos finales al pedir un préstamo al banco
Para terminar y a modo de resumen, ten presente estos tres consejos cuando pidas un préstamo o crédito:
1. Negocia con más bancos
Para financiar el crecimiento de tu negocio o de otro proyecto, considera la posibilidad de negociar con dos o tres bancos más. Alguno de ellos te ofrecerá mejores tasas de interés, o líneas de crédito más beneficiosas. Entre los factores a comparar, revisa y evalúa lo siguiente:
- CTC o Costo Total del Crédito: el total que pagarías una vez finalizada la deuda
- CAT o Costo Anual Total: que incluye la tasa de interés y los cargos adicionales
2. Paga a tiempo
Calcula el tiempo en el que puedas pagar la deuda, y de acuerdo a ello, escoge un plazo de pago adecuado para ti. En la medida de lo posible, paga abonos extra, de esta forma, podrás acortar el tiempo de la deuda y beneficiar tu historial crediticio. Recuerda que demorarte en los pagos te generará mayores intereses o reportes negativos.
3. Revisa el contrato del préstamo
Hay ocasiones en las que los préstamos o créditos vienen con servicios adicionales que generarán mayores costos. Si son opcionales, puedes descartarlos. También, analiza los cargos extra y los tipos de penalizaciones que existen en el contrato.
Finalmente, recuerda que cada banco o entidad financiera te pedirá diferentes requisitos y su proceso será distinto. Sin embargo, en este artículo te hemos detallado los puntos más frecuentes a tener en cuenta cuando pidas un préstamo. Ahora, el siguiente paso es contactar con las entidades financieras que quieras evaluar e investigar sus procesos, requerimientos y costos.
Y también, no olvides de seguir creciendo en tu educación financiera.
Tipos de créditos y préstamos ¿Cómo escoger la mejor opción?

El dinero que hoy ya tienes te ayudará a crecer hasta cierto punto. Pero aprender a apalancarte con el dinero de un préstamo te traerá grandes posibilidades económicas. Sobre todo, si también aprendes a mantener a un nivel muy bajo los costos que conlleva adquirir una deuda.
Este artículo es una guía que te brindará información sobre los tipos de créditos más utilizados en el mercado y sus características básicas. Además, será de gran ayuda para que puedas planificar de forma adecuada qué tipo de crédito te conviene más para tus objetivos personales.
¿Qué tipo de crédito te conviene más?
Definir qué tipo de crédito es mejor para ti, depende de los objetivos que tengas en mente: puede ser que estés planeando alguna inversión, que quieras comprar tu primer auto, que estés buscando generar mayor liquidez para tu negocio, o quizá solo quieras irte de vacaciones.
Cualquiera que sea la razón por la que estás pensando pedir un préstamo, es importante que primero sepas cómo acoplar el tipo de crédito que planeas solicitar con tu objetivo específico. Esto es indispensable porque cada crédito cambia sus tasas, sus costos extra y sus requisitos, de acuerdo a cada necesidad.
En términos generales, cualquiera que sea el producto financiero que escojas, analiza lo siguiente:
- Tasa de interés: es el cobro que te hacen por utilizar el dinero prestado. Por lo general, tendrás dos opciones: tasa fija o variable. Lo recomendable es escoger una tasa fija. Pero esto depende de tu proyecto; evalúa qué te conviene más.
- Plazo para pagar el crédito: entre más tiempo tengas para pagar, mayores intereses pagarás al banco.
- Costos extra, como comisiones o cuotas anuales: ten en cuenta que una financiera puede ofrecerte una tasa de interés muy atractiva, pero cobrarte cuota mensual, anual, comisiones y otros costos extra. No solo evalúes la tasa de interés, sino también estos otros cobros.
Ahora sí, antes de entrar en detalle sobre los créditos que existen, te será muy útil entender cómo funciona un préstamo, porque de esta manera, podrás ir entendiendo qué es lo que espera un banco de ti.
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¿Cómo funcionan los préstamos?
Para entender cómo funcionan los préstamos bancarios, es necesario hablar de confianza y compromiso. Un préstamo es un contrato entre una financiera y tú, el cual funciona cuando esta entidad te entrega cierta cantidad acordada de dinero, mientras que tú te comprometes a devolverlo en determinado plazo de tiempo, junto con una cantidad extra por intereses y otros costos. Estos pagos extras que realizas, representan parte de los ingresos de las financieras.
Sin embargo, para que una entidad financiera te otorgue un préstamo, debes de cumplir con algunos requisitos que varían de acuerdo a cada empresa. Entre los requisitos más comunes e importantes, encontrarás que:
- Necesitas contar con un puntaje adecuado en tu historial crediticio
- Demostrar ingresos y capacidad de endeudamiento
- Contar con garantías de pago
Estos factores son relevantes porque le indican a la financiera qué tan confiable eres para pagar el dinero prestado. De esta forma, los bancos y otras entidades aseguran que su dinero se mantenga a salvo y, sobre todo, que crezca. Ahora que entiendes mejor cómo funcionan los préstamos, es hora de que conozcas qué tipos de créditos existen, con el fin de que puedas escoger el que mejor se ajuste a tus objetivos:
Tipos de préstamos

Hay diversos tipos de préstamos. Algunos se clasifican en función del periodo de tiempo que te dan para pagar, otros, en función del objetivo. En general, existen dos modalidades de crédito:
- A plazos o crédito convencional
- Créditos rotativos o revolventes
Las diferencias entre un crédito convencional y uno rotativo, son las mismas que las diferencias entre un crédito y un préstamo:
Tanto el crédito como el préstamo, son productos financieros que están dirigidos a entregarte dinero con la condición de que luego lo devuelvas junto con un pago de intereses. Pero, mientras que un préstamo te entrega el total del dinero solicitado de una sola vez, el crédito lo que te entrega es la disponibilidad de usar una cantidad determinada de dinero, y según sean tus necesidades, podrás usar todo ese disponible, o solo una parte. Aunque al final, estos conceptos se suelen utilizar como sinónimos.
Asimismo, un crédito a plazo es un préstamo en el cual te otorgan el monto solicitado de una vez, con la condición de que lo vayas pagando a cuotas, y cuando termines de pagar, se habrá acabado la deuda. Ejemplos de este crédito son los préstamos hipotecarios, los préstamos educativos y los préstamos personales. Por su parte, el crédito rotativo es dinero que usas según tus necesidades, que luego pagas y puedes volver a usar. Es decir, es dinero que está rotando y que no tiene un final determinado. Ejemplo de esto son las tarjetas de crédito.
Esta es una forma muy general de clasificar los créditos. Sin embargo, podrás clasificarlos de acuerdo a otras tantas características distintivas que tienen, por ejemplo, el plazo de tiempo, si piden garantías o no, o el objetivo del financiamiento. Por ahora, veamos los tipos de crédito más comunes que existen en el mercado:
¿Cuántos tipos de créditos existen y cuáles son?
En el mercado podrás encontrar préstamos para empresas, créditos agropecuarios, o créditos educativos, entre muchas otras opciones más. En la siguiente lista te vamos a detallar los tipos de créditos más utilizados y sus características más relevantes:
1. Créditos rotativos
Como ya te explicamos, un crédito rotativo es aquel que te otorga un cupo de dinero que podrás usar en su totalidad, o solo una parte de él. La cantidad de dinero que te den disponible dependerá de tu capacidad de pago y de tu historial crediticio. Ejemplo de los créditos rotativos son las tarjetas de crédito, aunque no necesariamente es adecuado utilizarlas como una fuente de dinero.
El interés de un crédito rotativo se cobrará de acuerdo a la cantidad de dinero que hayas empleado. A partir del momento en el que desembolses un monto determinado de dinero, comenzará a correr el cobro de los intereses. Es decir, si devuelves el dinero en 15 días, por regla general, solo te cobrarán intereses por esos días. Sin embargo, los créditos rotativos cuentan con una de las tasas de interés más altas del mercado. Por eso, debes de tener un correcto manejo del dinero y un plan financiero que guie tus decisiones.
¿Para qué se usa el crédito rotativo?
Las empresas suelen hacer uso de estos créditos como capital de trabajo para optimizar su liquidez. Además, las tasas de interés que se cobran a las empresas son bajas en comparación a las tasas que se cobran a una persona natural.
Por su parte, las personas naturales pueden hacer uso de este crédito para lo que deseen. Sin embargo, el peligro de estos créditos es que puede llevar a la quiebra a una persona que no tiene una adecuada educación financiera. Por eso, lo idóneo al momento de usar este producto financiero, es utilizarlo para inversiones o para proyectos que generen un retorno positivo de dinero.
Ya sea que utilices un crédito rotativo o una tarjeta de crédito, la dinámica es similar. La diferencia más notable es que el crédito rotativo te da la disponibilidad del dinero físico, mientras que la tarjeta de crédito mueve el dinero desde un plástico. Finalmente, si tienes buen comportamiento con este cupo, el banco puede ampliarte tu línea de crédito para que dispongas de más recursos.
2. Crédito de libre inversión
Estos son préstamos que puedes destinar a lo que desees. Por lo general no te piden garantías o avales, pero sí debes de pagar seguros junto con los intereses que se generen. Los seguros por los que debes responder son un seguro de vida, en caso de que fallezcas, y un seguro de desempleo, en caso de que te pierdas tu trabajo.
Sus tasas de interés suelen ser altas, y si a esto añades los costos adicionales por los seguros, al final tendrás un gasto significativo que debes de analizar. Sus pagos se configuran a varias cuotas para darte facilidad de pago, pero esto también significa que pagarás por más tiempo sus intereses.
¿Para qué se puede usar un crédito de libre inversión?
Puedes usarlo para un negocio o proyecto que te genere una buena rentabilidad. No es recomendable usarlo para darse lujos o vacaciones, aunque si estás seguro de que puedes cumplir con los pagos y adelantarlos, puedes usarlo como desees.
3. Préstamo de garantía
Estos préstamos requieren que des algo en garantía para poder acceder al crédito. Puede ser tu carro, alguna joya de alto valor u otro objeto similar. Ten presente que el valor del préstamo representa solo una parte del costo del objeto que diste en garantía. En caso de no poder solventar esta deuda, el banco tendrá el derecho de tomar posesión de este objeto y rematarlo a un precio bastante bajo con el fin de recuperar su inversión.
¿Para qué se puede usar un préstamo de garantía?
A causa de que ofreces un objeto de valor como garantía, las tasas suelen ser bajas. Por ende, la rentabilidad que le saques a esta deuda para realizar alguna inversión es considerable. Ejemplos de este tipo de crédito son los préstamos hipotecarios, en el cual das en garantía tu casa, a cambio de tasas accesibles y otros beneficios.
4. Préstamo de nómina
Préstamo de nómina o préstamo de libranza. Es aquel que toma en cuenta tu empleo y tu sueldo para ofrecerte un crédito determinado. En algunos bancos, te pueden prestar el equivalente de 12 meses de tu sueldo. En términos generales, este préstamo te cobrará, además de los intereses, comisiones por apertura, cuota anual, cuota mensual, seguros de vida y seguros de desempleo. El plazo que te otorgan para pagar la deuda va desde un año, hasta seis años. Pero todo esto depende de las condiciones de cada financiera.
¿Para qué se utiliza un préstamo de nómina?
Puedes hacer uso de este tipo de préstamos para hacer arreglos en tu casa, irte de vacaciones o beneficiar algún proyecto que tengas. Puedes abonar pagos extra de capital para acortar la deuda y sacar mayor rentabilidad del préstamo. No obstante, ten en cuenta que hay bancos que cobran una comisión adicional por pago anticipado. Antes de adquirir este préstamo, asegúrate de que no cobren penalizaciones por dar abonos extra.
5. Préstamo personal
Un préstamo personal funciona de forma muy similar a un préstamo de nómina. Mientras que en el segundo caso tienen en cuenta tu empleo formal, en el primero, lo que más importa son tus ingresos.
¿Para qué se utiliza un préstamo personal?
Estos préstamos son de libre uso. Para solicitarlos no tienes que explicar qué harás con el dinero, aunque sí tienes que demostrar que cuentas con los ingresos suficientes para adquirir la deuda. Puedes usarlo para viajes, inversiones, compra de servicios o productos, etc.
6. Préstamo hipotecario
El préstamo hipotecario se utiliza para adquirir, ampliar o remodelar una casa o edificio. Para acceder a este tipo de préstamo, además de los requisitos básicos, debes dejar en garantía tu hogar y dar un enganche. El enganche es un porcentaje pequeño del valor total de la deuda que das a modo de cuota inicial. Dependiendo del país en el que te encuentres, deberás reunir entre el 5 al 10% del costo total de la inversión. Para rentabilizar mejor tu dinero, te recomendamos reunir al menos, un 20% de este valor.
Por regla general, a medida que pasen los años, la cuota de dinero que pagarás aumentará y los intereses bajarán. Esto es porque los intereses se calculan de acuerdo al monto total que estás debiendo. Dependiendo de tu capacidad de pago, podrás saldar la deuda en un periodo que va entre los 10 a los 25 años. Aunque lo ideal es que intentes disminuir este tiempo dando abonos extra para que puedas escalar económicamente más rápido.
7. Préstamos prendarios o automotriz
Este préstamo es específico para adquirir un auto, ya sea nuevo o usado. Así como en el crédito hipotecario, requiere de un enganche o anticipo. Dependiendo de la financiera, las condiciones para acceder a este crédito serán distintas, así como sus tarifas, el enganche mínimo, y sus requisitos.
Dar un enganche bajo representa mensualidades elevadas. Un enganche alto te beneficiará con mensualidades más accesibles. Además, de no contar con un buen historial crediticio, puedes dar un enganche del 50 o 60% para acceder al crédito. Aunque, de nuevo, esto depende de cada financiera.
A menos que utilices tu nuevo auto para producir recursos, un carro representará un enorme gasto de dinero: seguros, impuestos, gasolina, mantenimientos, etc. Lo ideal es que pagues menos por un auto que no te va a generar rentabilidad económica. Por eso, abona al capital siempre que puedas para acortar la deuda.
8. Microcréditos
Los microcréditos son préstamos de pequeñas cantidades de dinero. Se suelen devolver en plazos menores a un mes, junto con los intereses que se hayan generado. Son préstamos sin aval para personas que no cuentan con los requisitos que suele pedir un banco, con el fin de sacar adelante proyectos que mejoren su calidad de vida. Sin embargo, ten en cuenta que los intereses de este producto financiero pueden ser altos, y entre más te demores en pagar, mayores serán los intereses. Cosa que no sucede con los microcréditos de Pisto, pues las tasas de interés que encontrarás aquí son justas con el bolsillo de las personas.
¿Para qué se utilizan los microcréditos?
Ya sea para emergencias o para casos específicos, asegúrate de que cuando emplees estos créditos, tengas la certeza de que podrás pagarlos a tiempo.
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9. Préstamos del gobierno para negocios
Muchas veces, los gobiernos ofrecen programas con el fin de promover el crecimiento de la economía nacional. Estos préstamos se usan para empezar un negocio o para adquirir maquinaria, en caso de que ya esté operando la empresa.
Por lo general, los costos de un préstamo son más económicos cuando provienen del gobierno que de una empresa privada como un banco. Para acceder a estos programas, debes de tener en orden tu plan de negocios, los papeles del comercio y de los propietarios, y la justificación del porqué necesitas el préstamo. Una vez aprobado el crédito, se revisará periódicamente la salud de tus finanzas, y el correcto uso de los recursos prestados. En este mismo grupo entran los créditos comerciales, que están destinados al financiamiento y correcta liquidez de las pequeñas y medianas empresas.
10. Préstamos educativos
Los préstamos educativos están dirigidos a financiar las carreras profesionales de las personas. Cuentan con tasas de interés especiales, y dependiendo de las condiciones de cada entidad financiera que preste este crédito, comenzarás a pagar una vez finalices la carrera. Sin embargo, como en todo, lee siempre la letra pequeña.
Tipos de créditos en El Salvador

La Superintendencia del Sistema Financiero, con el fin de regular y supervisar los productos crediticios, ha agrupado los créditos en tres grupos de riesgo principales y establecido algunos requisitos a tener en cuenta para acceder a los préstamos:
- Créditos para empresas: para acceder a este crédito, debe comprobarse un adecuado comportamiento crediticio, tener capacidad de pago y análisis de las proyecciones, viabilidad del proyecto y garantías adecuadas para la deuda respectiva.
- Créditos para vivienda: para construcción, remodelación, reparación o adquisición de un bien inmueble. La persona debe demostrar capacidad de pago, así como buen comportamiento crediticio.
- Créditos para consumo: estos son préstamos personales para financiar bienes de consumo o el pago de servicios. En este grupo también entran las tarjetas de crédito.
De estas tres clasificaciones, se desglosan el resto de créditos y otros tipos de préstamos que se ofrecen en el país. En general, cada producto financiero debe asegurarse de evaluar que la persona deudora tenga capacidad de pago, salud financiera, responsabilidad y una situación económica sana.
Finalmente, ya conoces mejor las opciones que dispones para realizar tus proyectos. Cualquiera que sea la decisión que tomes, compara las características de cada producto financiero para que escojas el que mejor beneficio te ofrezca.