10 tipos y fuentes de financiamiento para emprendedores y empresas

Contar con una fuente de financiamiento es esencial para obtener los recursos que te permitan desarrollar tu proyecto. Por supuesto, antes de pensar en cómo financiar tu emprendimiento, es indispensable que cuentes con un plan de negocios sólido y claro, con el fin de poder determinar qué tipos y fuentes de financiamiento se adecuan a tu proyecto. Al tener claros tus números y contar con proyecciones realistas, las probabilidades de poder sacar adelante tu negocio con cualquier tipo de financiamiento que escojas, se harán más grandes.

Recuerda: es un error de muchas empresas solicitar un préstamo sin antes tener claro su modelo y plan de negocios. Un plan es una guía que te permitirá alcanzar tus objetivos y, con ello, poder prever posibles problemas o escenarios desfavorables. Y al tener esto claro, podrás saber cómo diseñar estrategias que te permitan seguir adelante, lo que a su vez te ayudará a saber cómo utilizar el financiamiento para tu emprendimiento de tal forma que puedas crecer.

En este artículo te hablaremos sobre cómo financiar un proyecto y te detallaremos algunos de los tipos de financiamiento más comunes para empresas y emprendedores. Ya sea que tu idea esté en una etapa inicial, o que ya tengas un recorrido importante, siempre encontrarás diversas opciones de financiamiento para tu proyecto.

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Qué son las fuentes de financiamiento

Las fuentes de financiamiento son todos aquellos medios por los que una empresa o emprendimiento consigue financiación y recursos para el desarrollo y cumplimiento de sus objetivos, ya sea en una etapa inicial, o para impulsar su crecimiento en una etapa más madura.

Algunos ejemplos de fuentes de financiamiento para una empresa o emprendimiento, son los beneficios netos del negocio y su capital propio, préstamos a corto o largo plazo, créditos, capital de riesgo, fondos de inversión, entre otros.

Los costos del financiamiento son variables y dependen del método que escojas. En términos generales, y para que tengas una idea más clara sobre lo que implica un financiamiento, debes de considerar lo siguiente:

  • Monto necesario: Es el capital necesario para poder desarrollar el proyecto.
  • Plazo de financiamiento: Es el tiempo en el cual necesitarás esa financiación hasta que tu empresa pueda sostenerse por sí misma o hasta que hayas alcanzado los objetivos propuestos.
  • Flujo de amortización: Es la distribución gradual de los costos de la deuda a través de pagos periódicos.
  • Capacidad de endeudamiento del proyecto: Es el nivel de riesgo que puedes adquirir sin llegar a amenazar el futuro o la estabilidad de la empresa o de tus bienes.
  • Costos del financiamiento: Es el costo total del financiamiento, incluyendo intereses y otros cobros adicionales. Esto dependerá de cada entidad financiera o del método de financiamiento que escojas. Por ello, es recomendable que compares las tasas de intereses y los beneficios de cada método, con el fin de escoger el más adecuado para ti.

Ejemplos de tipos de financiamiento

Ejemplos de cómo financiar un emprendimiento

1.    Fondos propios:

Este tipo financiación corresponde a la utilización del patrimonio de la empresa para el crecimiento de la misma. Son todos aquellos recursos propios e ingresos que genera la empresa por medio de los inventarios, las cuentas por cobrar u otros tipos de fondos que sean propiedad del negocio. Por lo general, cada empresa distribuye sus fondos de la siguiente forma:

  • Financiación por capital de los socios: Es el dinero que aportan los socios de la empresa para el desarrollo de la misma. Sin embargo, ten presente que, si las fuentes de financiamiento vienen solo de los socios, se puede llegar a correr el riesgo de que uno de ellos abandone el proyecto y, con ello, retire su capital. Por ello, es indispensable realizar un pacto de socios con el fin de proteger el bienestar del proyecto, y agregar la cláusula de vesting. El vesting es un mecanismo de protección que establece un periodo mínimo de permanencia de los socios. Es decir, es un compromiso de permanencia.
  • Reservas: Son el resultado de las operaciones y los beneficios de la empresa. Este capital se utiliza como reserva para cubrir las necesidades de la empresa y no se reparte entre los socios o propietarios. En esta categoría se añaden las amortizaciones y provisiones de una empresa.

2.    Fondos ajenos:

Estos suelen ser préstamos de dinero cuyo capital se devuelve con un interés agregado, y otros cobros adicionales que dependen de cada banco o entidad financiera. Estos fondos se pueden dividir en dos categorías: tipos de financiamiento a corto plazo y a largo plazo.

  • Tipos de financiación a corto plazo: Son aquellos préstamos que se deben de devolver en el plazo de un año o algunos meses, y sirven para generar liquidez y disponer de dinero de forma inmediata. Como son créditos a corto plazo, sus tasas de interés no suelen ser tan altas y piden pocos requisitos y documentación necesaria para acceder el préstamo.
  • Tipos de financiación a largo plazo: Son créditos que se deben de devolver en un plazo superior a un año, y sirven para aumentar el patrimonio de la empresa. Como son préstamos más grandes, las entidades que otorgan este tipo de financiamiento suelen pedir garantías o variedad de requerimientos y documentación.

Tipos y fuentes de financiamiento de una empresa

tipos y fuentes de financiamiento para emprendedores y ejemplos

Es cierto, que el financiamiento suele ser una problemática al principio de cualquier tipo de emprendimiento que no cuente con los recursos necesarios para comenzar, o para sostenerse los primeros meses. Por ello, a continuación, te detallaremos algunas de las fuentes de financiamiento más utilizadas tanto para emprendedores que están comenzando, como para empresas que ya llevan cierto recorrido. De este modo, podrás contar con información de utilidad para que evalúes tus posibilidades.

Y recuerda que antes de acceder a algún tipo de financiamiento, es importante saber cuál es tu modelo de negocios y en qué etapa está tu empresa. Saber esto te dará mayor claridad sobre la decisión a tomar para tu emprendimiento:

10 Fuentes de financiamiento para emprendedores

1.    Recursos propios:

Al iniciar un proyecto, puedes llegar a contar con el apoyo económico de tus ahorros y de los recursos con los que ahora mismo cuentes: como mesas, un lugar de trabajo, un computador, herramientas, algunos ahorros, entre otros. Incluso, puedes contar con recursos de personas cercanas a ti que estén interesadas en invertir en tu emprendimiento. Por supuesto, antes de acceder al financiamiento por parte de tu circulo social, es importante dejar en claro los acuerdos y las condiciones de este financiamiento.

2.    Financiación bancaria:

Este método de financiamiento solo es accesible para proyectos que cuenten con un plan financiero realista, con solvencia económica, con alta capacidad de pago y con un modelo de negocios ya trabajado. Los trámites y requisitos suelen ser bastantes y el periodo de espera para la aprobación del crédito suele tomar tiempo. Una vez aprobado el crédito, el proyecto obtendrá la totalidad del capital solicitado. Pero ten en cuenta que, dependiendo de cada entidad financiera, los costos por intereses pueden ser altos

3.    Microcréditos:

En el caso de no contar con los recursos iniciales para comenzar tu proyecto y de no cumplir con la cantidad de requisitos que solicita una entidad financiera para acceder a un crédito, puedes optar por un microcrédito. Por lo general, el tiempo en el cual debes de devolver el dinero es de un mes, por lo que solo accede a este método en caso de contar con la certeza de que podrás pagar en ese plazo de tiempo. Pues los intereses suelen subir a medida que más tiempo te tardes en pagar.

En Pisto, nuestros microcréditos cuentan con tasas de interés bajas y, en caso de que puedas pagar antes del plazo establecido, los intereses bajarán aún más. Esta es una forma de conseguir financiamiento rápido y sin tantos requisitos, documentación, ni esperas.

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4.    Crowdfunding:

Este sistema de financiamiento se basa en la recolección de fondos de personas naturales que buscan invertir en proyectos y apoyar su crecimiento, y tanto las personas como los emprendimientos, pueden acceder a esta red mediante plataformas o aplicaciones en internet. En estos fondos el capital no se entrega en su totalidad, sino por partes.

Para que el emprendedor pueda acceder a este tipo de financiamiento, debe de detallar su modelo de negocios, el capital requerido, el tiempo de la inversión, la tasa de interés que está dispuesto a dar o el método por el cual se compensará la inversión de la persona aportante. Y adicional, cada plataforma tiene otros requisitos específicos cuyo objetivo es solo permitir que aquellos proyectos con probabilidades reales de crecimiento participen en este sistema. De este modo, se asegura a las personas que inviertan en estas empresas, un nivel de riesgo menor.

5.    Capital de riesgo:

O también llamado capital emprendedor, es el financiamiento dado a aquellas empresas nuevas o ya existentes que demuestren un potencial de rentabilidad y la capacidad de crecimiento y expansión en el mercado. Este capital puede ser otorgado por inversionistas privados, por entidades o fondos, y no requiere que el proyecto ceda un porcentaje de participación. A cambio, el emprendedor debe de generar una tasa de retorno de la inversión.

6.    Programas de apoyo:

Diversas entidades nacionales cuentan con ayudas para aquellos emprendimientos que estén comenzando o empresas que sean pequeñas y que demuestren la viabilidad de su proyecto, un modelo de negocios estudiado y un perfil innovador. El capital que sea liberado para tu emprendimiento, dependerá del aporte que tu proyecto signifique para el desarrollo nacional o regional, y de su impacto social e incluso ambiental.

Hay entidades que evalúan los siguiente:  

  • La innovación tecnológica
  • El perfil ecológico o sostenible
  • Los puestos de trabajo que genere el emprendimiento
  • El impulso a la cultura nacional, entre otros factores

Estos requisitos y puntos de evaluación dependen de cada organización financiera. Pero por lo general, todas buscan proyectos innovadores y que generen un impacto positivo en el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, los programas de ayuda suelen pedir diversos requisitos y documentación. Además de que el tiempo de respuesta suele ser largo.

7.    Concursos para emprendedores:

Se basa en la participación en concursos para emprendedores. En este entorno, podrás recibir feedback de parte de profesionales en el área en el cual estás desarrollando tu idea, y de parte de otros emprendedores. Es una forma útil de evaluar la viabilidad y potencial de tu idea, y mejorar las partes que todavía requieran de trabajo. En caso de que tu proyecto sea premiado, recibirás incentivos en capital, difusión de tu proyecto o también mentorías de parte de profesionales u otros tipos de apoyo.

8.    Inversores privados:

Son inversionistas que aportan capital en proyectos que sean de su interés y que proyecten una buena rentabilidad y rápido retorno de la inversión, a cambio de un porcentaje de participación. Además de obtener el financiamiento necesario, el proyecto también recibirá los conocimientos y los contactos del inversionista. Por supuesto, antes de buscar un inversionista privado, debes de considerar las desventajas y ventajas de un socio adicional al proyecto y, sobre todo, cuidar de siempre mantener el control de tu negocio o la participación mayoritaria.

9.    Incubadoras:

Son programas que aportan apoyo económico a aquellas ideas que se encuentran en su etapa inicial, por lo general, a cambio de un porcentaje de la empresa. Sumado a esto, se añaden mentorías, guías y apoyo a la formación del emprendedor. Cuando el negocio comienza a tomar forma, se puede pasar a una aceleradora. 

10.  Aceleradoras:

Son programas que se dedican a acelerar el crecimiento y desarrollo de un proyecto. En estos programas se sigue apoyando a la formación y acompañamiento del emprendedor con mentorías, además de que hay mayor acceso a redes de contactos.

Por último, queremos recordarte la importancia de diseñar primero un sólido modelo y plan de negocios que le den forma a tu idea. Solo así, podrás prever soluciones a posibles problemáticas u obstáculos, diseñar estrategias y objetivos realistas, y tener una guía que dibuje el camino a seguir. De esta forma, al conseguir financiamiento, tendrás las bases más claras y tendrás mayor conocimiento sobre cómo utilizar ese capital para sacar adelante tu negocio.

Porque una cosa es encontrar la forma de cómo financiar tu empresa, y otra muy diferente es saber cómo utilizar ese capital y en qué invertirlo. Te invitamos a seguir leyendo más artículos de nuestro blog, en el cual podrás encontrar mayor información sobre finanzas para emprendedores y también finanzas personales. Recuerda seguir cultivando tus conocimientos y tu espíritu emprendedor.

¿Cómo usar una tarjeta de crédito por primera vez? + 8 consejos para su correcto uso

Las tarjetas de crédito son el producto financiero de más alto riesgo que existe. Porque una vez que pierdas el control de su uso, puedes convertir el simple acto de comprar en una adicción. Sin embargo, bien utilizado, puede llegar a convertirse en uno de los mejores recursos financieros que te ayuden a crecer económicamente.

Muchas personas tienen miedo de adquirir una tarjeta de crédito, a causa de su mala fama de llenar de intereses y cobros excesivos a sus usuarios. Pero este miedo tiene su raíz en el desconocimiento de sus beneficios y de las posibilidades que puedes alcanzar con un adecuado uso de este tipo de crédito.

Cierto es que los bancos ganan dinero gracias al incorrecto uso de las tarjetas de crédito. Pero somos nosotros quienes debemos aprender a usar estos productos de una forma inteligente. Por eso, en este artículo te explicaremos cómo usar una tarjeta de crédito por primera vez y cómo puedes evitar endeudarte con este producto.

Pero antes, ¿tienes claro qué es una tarjeta de crédito?

¿Qué es una tarjeta de crédito?

qué es una tarjeta de crédito

Una tarjeta de crédito es un producto de financiación. Esto quiere decir que el dinero que uses de la tarjeta no es tuyo, sino del banco. Por ende, los recursos que utilices de este crédito deberás devolverlos antes del plazo que hayas acordado al momento de comprar un producto o un servicio.

La cantidad de dinero que se te permita utilizar dependerá de ciertos factores personales y de la solvencia económica que demuestres ante un banco. Este dinero disponible en la tarjeta de crédito se denomina cupo, el cual se puede extender si tienes buen comportamiento crediticio. Tu buen o mal comportamiento con los créditos se verá reflejado en un historial crediticio que se mide por puntajes. Cada vez que te atrases con los pagos, te restarán puntos. Al contrario, si eres responsable con las cuotas y demuestras buen manejo del dinero, sumarás puntos. Este historial crediticio te servirá para poder pedir préstamos o créditos, y de acuerdo a tu puntaje, te pueden rechazar o aprobar tu petición.

Dependiendo de cuánto dinero uses, cómo lo utilices y cuándo lo devuelvas, el cobro de intereses y costos extra por tu tarjeta de crédito será distinto. Estos cobros se verán reflejados en una factura que te llegará cada mes.

¿Se puede tener una tarjeta de crédito sin pagar estos costos extra e intereses? Sí. Siempre y cuando tengas una correcta administración de tu dinero y de tus gastos. Lo cual te explicaremos en este artículo.

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¿Para qué sirve una tarjeta de crédito?

La tarjeta de crédito es un medio de pago, y lo que compres con ella lo podrás pagar dentro un mes o hasta en un plazo de 36 meses. Míralo como un préstamo de dinero que te hace el banco u otra entidad financiera. Cuando pagas a un mes no generas cobros por intereses. Cuando difieres el pago a más de 2 meses, es cuando comienzan a generarse estos costos.

Tipos de tarjeta de crédito

Las tarjetas de crédito se clasifican por franquicias. Estas son las compañías que ofrecen los servicios financieros que facilitan el uso de las tarjetas de crédito. Las franquicias más conocidas en el mercado son:

  • Visa
  • MasterCard
  • American Express
  • Discover
  • Diners Club

A su vez, cada franquicia ofrece distintos tipos de tarjetas:

  • Clásica o estándar: son las más reconocidas y aceptadas a nivel internacional
  • Dorada: también es reconocida a nivel mundial y ofrece beneficios especiales
  • Platinum: este tipo de tarjeta se dirige a personas de alto poder adquisitivo y cuenta con beneficios exclusivos.
  • Signature o black: esta es la tarjeta de mayor exclusividad que existe en el mercado. Está dirigida a las personas de más alto perfil económico.

Beneficios de una tarjeta de crédito

Todas las tarjetas tienen condiciones y beneficios diferentes. En el mercado podrás encontrar aquellas que cobran cuota de manejo, anualidad, seguros obligatorios, tarifas e intereses distintos, y otras que no cobren nada más allá de los intereses o comisiones usuales.

El principal beneficio de una tarjeta de crédito es que, aunque no dispongas de efectivo, la tarjeta te permitirá hacer uso del dinero del banco para tus compras (siempre y cuando aún tengas cupo disponible). Es una forma de adelantar la compra de algún producto para pagarlo después. Con este crédito puedes pagar en línea, en físico o por teléfono. También puedes sacar dinero del cajero o de un banco, pero ten en cuenta que esto te generará costos extra.

Por otra parte, puedes aprovechar las promociones que el banco te proponga. Cuando muestras fidelidad y pagas a tiempo tus facturas, los bancos pueden ofrecerte disposición inmediata de efectivo, incremento en la línea o cupo de crédito, compras con plazos a meses sin interés, bonos y otros descuentos.

Algunas tarjetas funcionan con un sistema de cash back, el cual consiste en que, por tus compras de mercado o gasolina, te devuelven un 1 o 2% de tu pago. Por supuesto, evita tentarte por estas promociones y adquiere solo aquellas que puedas administrar correctamente y que de verdad te traigan beneficios. A continuación, encontrarás 8 consejos básicos para que cuides la salud de tus finanzas al usar una tarjeta de crédito.

8 consejos para usar de forma sabia tu tarjeta de crédito

consejos para usar una tarjeta de crédito para principiantes

1.    Las tarjetas de crédito no son una fuente de dinero, son un medio de pago

Uno de los mayores errores que cometen las personas cuando utilizan las tarjetas de crédito, ya sea que sea su primera vez, o que las lleven utilizando desde hace un tiempo, es que las usan para comprar sin saber si podrán pagar después.  Esto les va generando atrasos e intereses altos que terminan minando sus finanzas personales.

Es cierto que cuando pagas en efectivo puedes controlar los gastos, porque es algo tangible y medible. Sin embargo, una tarjeta de crédito te abre la posibilidad de ir más allá de tu capacidad de gasto, porque es algo que a simple vista no ves ni puedes medir. Por eso, necesitas adquirir responsabilidad financiera si decides conseguir una tarjeta de crédito. Por regla general, nunca compres si no tienes la certeza de que podrás pagar.

2.    No retires efectivo con tu tarjeta de crédito

Este consejo va de la mano con el primero. Tu tarjeta de crédito no es una fuente de dinero. Solo deberías retirar efectivo de tu tarjeta cuando te encuentres en una emergencia real. Retirar en un cajero o ir al banco puede generarte cargos extra.

3.    No tengas más tarjetas de crédito de las que realmente necesitas

Es cierto que entre más tarjetas tengas, mayor disponibilidad de dinero tendrás. Sin embargo, esto es innecesario y peligroso cuando no sabes manejar tus finanzas.

De hecho, una vez aprendes a usar tu primera tarjeta, puedes sentirte tentado de sacar más tarjetas de crédito. Sobre todo, porque si has tenido buen comportamiento crediticio, los bancos estarán detrás de ti para ofrecerte sus promociones. La recomendación es no tener más de dos tarjetas de crédito o al menos, educarte bastante en el tema.

4.    Conoce y planea tu capacidad de deuda

Conocer la cantidad máxima que puedes disponer de dinero sin dañar tu salud financiera, es indispensable para que puedas saber cuánto gastar de tu tarjeta de crédito. Calcular este porcentaje y, sobre todo, respetarlo, te permitirá ordenar tus gastos y mantenerte al día con tus finanzas.

5.    Vuélvete un totalero

Un totalero es una persona que no genera intereses gracias a que liquida el total de sus compras antes de la fecha límite de pago. Es cuando aprendes a jugar con el rango de tiempo que tienes para comprar y pagar, sin que produzcas intereses. En caso de necesitar pagar a plazos, primero busca promociones en comercios que ofrezcan pagar en cuotas sin intereses, o investiga aquellos bancos en cuyos beneficios te ofrezcan el pago a plazos mensuales sin interés.

6.    Estudia y compara los beneficios de cada tarjeta

Es ideal que antes de adquirir una tarjeta, evalúes las distintas opciones que te ofrece el mercado para que escojas la mejor para tu caso. Puedes buscar tarjetas que, por ejemplo, no cobren cuota anual, cuota de manejo mensual o que sus tasas sean bajas. Además, ten presente que los bancos te pueden premiar por el buen manejo de su dinero, y con ello darte descuentos, bonos o puntos extra.

7.    No prestes tu tarjeta de crédito a nadie

Al comienzo de este artículo te advertimos de que las tarjetas de crédito son el producto más peligroso de las finanzas personales. En tus manos todo puede estar bien, pero en manos de personas sin educación financiera, puede generarse un caos financiero.

Las deudas no caerán en las otras personas sino en tu bolsillo. Y serás tú quien tendrá que pagar los intereses generados por compras que no son tuyas. Puedes aprender a controlar tus gastos, pagar a tiempo y mejorar tus propias finanzas, pero no puedes asegurar ni garantizar que otra persona también lo haga.

8.    Nunca compartas los datos de tu tarjeta de crédito

Es muy común recibir llamadas o correos electrónicos de nuestro supuesto banco pidiendo los datos de la tarjeta. Sin embargo, por más urgente que suene la información que ellos te brindan, no contestes ningún correo ni ofrezcas tus datos. Si esto te llega a suceder, corta la llamada y luego marca al número oficial de tu banco para confirmar la información. También evita compartir los datos de tu tarjeta en sitios web poco confiables.

Ahora que entiendes las bases de una tarjeta de crédito, es hora de que aprendas a…

Cómo usar correctamente una tarjeta de crédito

usa de forma correcta tu tarjeta de crédito

Como ya te mencionamos antes, cada tarjeta tiene sus propios beneficios y características. Incluso, aunque vengan del mismo banco, cada una puede generarte mayores o menores costos, así como mejores o ningún beneficio. Sea cual sea tu caso, es indispensable que aprendas a manejar estos créditos para que te ayuden a crecer económicamente. Comencemos.

¿Cuál es la manera correcta de usar una tarjeta de crédito?

Para usar de manera inteligente tu tarjeta, hay dos recomendaciones básicas:

  1. Siempre que sea posible, paga todo a una sola cuota. También averigua si los comercios donde compras permiten el pago a meses sin interés.
  2. Paga todo cuando te llegue la factura y antes de la fecha límite.

Con estas dos recomendaciones sería suficiente para que no generes incrementos en tus gastos. No obstante, hay más estrategias que puedes llevar a cabo para sacarle mayor rentabilidad a las tarjetas:

  • Usa dos tarjetas: una destinada al uso cotidiano, y otra para grandes gastos. Esto es útil porque evitas combinar tus compras frecuentes (como compras del supermercado o pagos por servicios públicos y privados), con compras grandes (como algún electrodoméstico o muebles). Al mezclar estas compras, puedes confundir las fechas de pago y ocasionar con ello atrasos e intereses.

Ahora bien, quizás pienses que, para uso diario, mejor utilizas una tarjeta débito. Pero la ventaja de usar una tarjeta de crédito para tu cotidianidad, es que esto te generará historial crediticio, lo cual te permitirá pedir a futuro préstamos grandes o créditos hipotecarios.

Por ejemplo, si decides ir al cine y tienes el dinero en efectivo, paga con tu tarjeta de crédito, pero es importante que siempre sea a una cuota. Luego guardas ese dinero en efectivo para que cuando llegue tu factura puedas pagar de forma inmediata. Así, no generas gastos extra ni intereses, pero sí puntos para tu historial crediticio.

  • Asegúrate de que todas tus tarjetas tengan la misma fecha de corte: si decides hacer uso de varias tarjetas porque tienes la capacidad y el conocimiento, un truco es acordar la fecha de corte de todas las tarjetas al mismo día. Esto te ayudará a tener mayor orden en tus gastos y pagos.

¿Cómo evitar endeudarse usando tarjetas de crédito?

Una estrategia útil es realizar tus compras una semana después de la fecha de corte, así, tendrás tres o dos quincenas de plazo para pagar todos tus gastos antes de que llegue el nuevo corte. Para gastos grandes que no puedas liquidar de contado, investiga si hay posibilidad de pagar sin intereses, ya sea por parte del comercio, o como un beneficio que el banco te otorgue.

A este punto ya habrás entendido que el truco está en solo gastar lo que sabes que puedes pagar. Y solo comprar cuando tienes la certeza de que ese dinero vendrá a ti dentro del plazo de tiempo determinado antes de que llegue la nueva factura. En general, sigue estas dos recomendaciones para evitar endeudarte:

  1. Asegúrate de que el volumen de gastos con el que cuentas actualmente, son gastos que ya sabes administrar. De este modo, cuando saques una nueva tarjeta de crédito, la utilizarás para pagar lo que ya controlas, y no para agregar nuevos gastos. Recuerda que no es dinero adicional.
  2. Asegúrate de que las inversiones que realices con una tarjeta de crédito generen más retorno de capital que gasto.

¿Cómo usar una tarjeta de crédito por primera vez?

Puedes utilizar la tarjeta de crédito para comprar por internet o en establecimientos físicos que acepten este tipo de pago. Si compras en línea, deberás proporcionar los datos que ya se encuentran en tu tarjeta. De ahí, la importancia de que no le compartas tu tarjeta a todos tus conocidos y de que protejas esos datos.

Para compras en tiendas físicas, deberás poner tu tarjeta en una terminal de pago. Algunas terminales requerirán que ingreses el código de seguridad de tu tarjeta, y algunos otros comercios te pedirán tu firma en un recibo que describe los datos de la transacción. Cada mes el banco te enviará un extracto bancario con el resumen de todos tus movimientos, lo que incluye tus compras, comisiones y otros datos como fechas importantes, tu saldo disponible y otra información adicional.

Por último, si solo estás interesado en adquirir algún bien inmueble o alguna otra compra grande, puedes considerar como mejor opción solicitar un crédito de libre inversión o algún otro tipo de préstamo que tenga menores tasas de interés. Porque con una tarjeta de crédito te puede salir más costoso. De todas formas, debes evaluar las opciones disponibles en tu país.

¿Si no genero intereses para el banco, tendré mal historial crediticio?

Una de las dudas más frecuentes que tienen las personas es si al usar correctamente su tarjeta de crédito sin generar intereses, se puede afectar su historial crediticio. Esto es porque muchas personas creen que los bancos solo ganan por los intereses y los atrasos de sus clientes y que, por ende, castigarán a aquellos usuarios que no les generan dichas ganancias.

En realidad, un banco obtiene ganancias por diversos medios. Los bancos ganan cuando usas tu tarjeta de crédito, aun así, no les des pago por intereses.  Cada vez que realizas una transacción, los bancos cobran una comisión a los comercios por el uso de sus terminales. En algunos casos, cuando el comercio aún es pequeño, puede cobrarte dicha comisión a ti.

Que uses a tope tu línea de crédito, pagues a tiempo y no generes intereses, no hará que tu banco te dé un reporte negativo. Al contrario, tendrás un excelente historial crediticio, porque estás demostrando solvencia económica, lo que te abrirá las puertas para adquirir créditos más grandes. Además, esto es un punto positivo para los bancos que pagues en un mes, porque les estás garantizando que tienes cómo devolverles su dinero.

¿Qué pasa si no usas tu tarjeta de crédito?

Si tienes deudas pendientes en tu tarjeta de crédito y dejas de usarla, seguirá generando intereses y otros costos por mora y comisiones. Estos costos no resueltos bajarán tu puntaje crediticio, lo que dificultará el acceso a préstamos y créditos en el futuro.

Dependiendo de la tarjeta que tengas, y aunque no tengas deudas pendientes, puede generar cargos y otros cobros si no saldas su cuota de manejo, el pago de la anualidad y otras comisiones de uso. Lo más recomendable es que si ya no usas una tarjeta de crédito la canceles.

Esperamos que toda esta información sea de utilidad para tu salud financiera, y que hayas aprendido a cómo usar una tarjeta de crédito por primera vez de forma correcta. Recuerda seguir aprendiendo para que crezcas económicamente. Puedes aprender más en nuestro blog donde encontrarás información sobre finanzas personales y consejos que te ayudarán a alcanzar tus objetivos.

Tipos de créditos y préstamos ¿Cómo escoger la mejor opción?

El dinero que hoy ya tienes te ayudará a crecer hasta cierto punto. Pero aprender a apalancarte con el dinero de un préstamo te traerá grandes posibilidades económicas. Sobre todo, si también aprendes a mantener a un nivel muy bajo los costos que conlleva adquirir una deuda.

Este artículo es una guía que te brindará información sobre los tipos de créditos más utilizados en el mercado y sus características básicas. Además, será de gran ayuda para que puedas planificar de forma adecuada qué tipo de crédito te conviene más para tus objetivos personales.

¿Qué tipo de crédito te conviene más?

Definir qué tipo de crédito es mejor para ti, depende de los objetivos que tengas en mente: puede ser que estés planeando alguna inversión, que quieras comprar tu primer auto, que estés buscando generar mayor liquidez para tu negocio, o quizá solo quieras irte de vacaciones.

Cualquiera que sea la razón por la que estás pensando pedir un préstamo, es importante que primero sepas cómo acoplar el tipo de crédito que planeas solicitar con tu objetivo específico. Esto es indispensable porque cada crédito cambia sus tasas, sus costos extra y sus requisitos, de acuerdo a cada necesidad.

En términos generales, cualquiera que sea el producto financiero que escojas, analiza lo siguiente:

  • Tasa de interés: es el cobro que te hacen por utilizar el dinero prestado. Por lo general, tendrás dos opciones: tasa fija o variable. Lo recomendable es escoger una tasa fija. Pero esto depende de tu proyecto; evalúa qué te conviene más.
  • Plazo para pagar el crédito: entre más tiempo tengas para pagar, mayores intereses pagarás al banco.
  • Costos extra, como comisiones o cuotas anuales: ten en cuenta que una financiera puede ofrecerte una tasa de interés muy atractiva, pero cobrarte cuota mensual, anual, comisiones y otros costos extra. No solo evalúes la tasa de interés, sino también estos otros cobros.

Ahora sí, antes de entrar en detalle sobre los créditos que existen, te será muy útil entender cómo funciona un préstamo, porque de esta manera, podrás ir entendiendo qué es lo que espera un banco de ti.

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¿Cómo funcionan los préstamos?

Para entender cómo funcionan los préstamos bancarios, es necesario hablar de confianza y compromiso. Un préstamo es un contrato entre una financiera y tú, el cual funciona cuando esta entidad te entrega cierta cantidad acordada de dinero, mientras que tú te comprometes a devolverlo en determinado plazo de tiempo, junto con una cantidad extra por intereses y otros costos. Estos pagos extras que realizas, representan parte de los ingresos de las financieras.

Sin embargo, para que una entidad financiera te otorgue un préstamo, debes de cumplir con algunos requisitos que varían de acuerdo a cada empresa. Entre los requisitos más comunes e importantes, encontrarás que:

  1. Necesitas contar con un puntaje adecuado en tu historial crediticio
  2. Demostrar ingresos y capacidad de endeudamiento
  3. Contar con garantías de pago

Estos factores son relevantes porque le indican a la financiera qué tan confiable eres para pagar el dinero prestado. De esta forma, los bancos y otras entidades aseguran que su dinero se mantenga a salvo y, sobre todo, que crezca. Ahora que entiendes mejor cómo funcionan los préstamos, es hora de que conozcas qué tipos de créditos existen, con el fin de que puedas escoger el que mejor se ajuste a tus objetivos:

Tipos de préstamos

Cómo pedir un préstamo en El Salvador

Hay diversos tipos de préstamos. Algunos se clasifican en función del periodo de tiempo que te dan para pagar, otros, en función del objetivo. En general, existen dos modalidades de crédito:

  • A plazos o crédito convencional
  • Créditos rotativos o revolventes

Las diferencias entre un crédito convencional y uno rotativo, son las mismas que las diferencias entre un crédito y un préstamo:

Tanto el crédito como el préstamo, son productos financieros que están dirigidos a entregarte dinero con la condición de que luego lo devuelvas junto con un pago de intereses. Pero, mientras que un préstamo te entrega el total del dinero solicitado de una sola vez, el crédito lo que te entrega es la disponibilidad de usar una cantidad determinada de dinero, y según sean tus necesidades, podrás usar todo ese disponible, o solo una parte. Aunque al final, estos conceptos se suelen utilizar como sinónimos.

Asimismo, un crédito a plazo es un préstamo en el cual te otorgan el monto solicitado de una vez, con la condición de que lo vayas pagando a cuotas, y cuando termines de pagar, se habrá acabado la deuda. Ejemplos de este crédito son los préstamos hipotecarios, los préstamos educativos y los préstamos personales. Por su parte, el crédito rotativo es dinero que usas según tus necesidades, que luego pagas y puedes volver a usar. Es decir, es dinero que está rotando y que no tiene un final determinado. Ejemplo de esto son las tarjetas de crédito.

Esta es una forma muy general de clasificar los créditos. Sin embargo, podrás clasificarlos de acuerdo a otras tantas características distintivas que tienen, por ejemplo, el plazo de tiempo, si piden garantías o no, o el objetivo del financiamiento. Por ahora, veamos los tipos de crédito más comunes que existen en el mercado:

¿Cuántos tipos de créditos existen y cuáles son?

En el mercado podrás encontrar préstamos para empresas, créditos agropecuarios, o créditos educativos, entre muchas otras opciones más. En la siguiente lista te vamos a detallar los tipos de créditos más utilizados y sus características más relevantes:

1.    Créditos rotativos

Como ya te explicamos, un crédito rotativo es aquel que te otorga un cupo de dinero que podrás usar en su totalidad, o solo una parte de él. La cantidad de dinero que te den disponible dependerá de tu capacidad de pago y de tu historial crediticio. Ejemplo de los créditos rotativos son las tarjetas de crédito, aunque no necesariamente es adecuado utilizarlas como una fuente de dinero.

El interés de un crédito rotativo se cobrará de acuerdo a la cantidad de dinero que hayas empleado. A partir del momento en el que desembolses un monto determinado de dinero, comenzará a correr el cobro de los intereses. Es decir, si devuelves el dinero en 15 días, por regla general, solo te cobrarán intereses por esos días. Sin embargo, los créditos rotativos cuentan con una de las tasas de interés más altas del mercado. Por eso, debes de tener un correcto manejo del dinero y un plan financiero que guie tus decisiones.

¿Para qué se usa el crédito rotativo?

Las empresas suelen hacer uso de estos créditos como capital de trabajo para optimizar su liquidez. Además, las tasas de interés que se cobran a las empresas son bajas en comparación a las tasas que se cobran a una persona natural.

Por su parte, las personas naturales pueden hacer uso de este crédito para lo que deseen. Sin embargo, el peligro de estos créditos es que puede llevar a la quiebra a una persona que no tiene una adecuada educación financiera. Por eso, lo idóneo al momento de usar este producto financiero, es utilizarlo para inversiones o para proyectos que generen un retorno positivo de dinero.

Ya sea que utilices un crédito rotativo o una tarjeta de crédito, la dinámica es similar. La diferencia más notable es que el crédito rotativo te da la disponibilidad del dinero físico, mientras que la tarjeta de crédito mueve el dinero desde un plástico. Finalmente, si tienes buen comportamiento con este cupo, el banco puede ampliarte tu línea de crédito para que dispongas de más recursos.

2.    Crédito de libre inversión

Estos son préstamos que puedes destinar a lo que desees. Por lo general no te piden garantías o avales, pero sí debes de pagar seguros junto con los intereses que se generen. Los seguros por los que debes responder son un seguro de vida, en caso de que fallezcas, y un seguro de desempleo, en caso de que te pierdas tu trabajo.

Sus tasas de interés suelen ser altas, y si a esto añades los costos adicionales por los seguros, al final tendrás un gasto significativo que debes de analizar. Sus pagos se configuran a varias cuotas para darte facilidad de pago, pero esto también significa que pagarás por más tiempo sus intereses.

¿Para qué se puede usar un crédito de libre inversión?

Puedes usarlo para un negocio o proyecto que te genere una buena rentabilidad. No es recomendable usarlo para darse lujos o vacaciones, aunque si estás seguro de que puedes cumplir con los pagos y adelantarlos, puedes usarlo como desees.

3.    Préstamo de garantía

Estos préstamos requieren que des algo en garantía para poder acceder al crédito. Puede ser tu carro, alguna joya de alto valor u otro objeto similar. Ten presente que el valor del préstamo representa solo una parte del costo del objeto que diste en garantía. En caso de no poder solventar esta deuda, el banco tendrá el derecho de tomar posesión de este objeto y rematarlo a un precio bastante bajo con el fin de recuperar su inversión.

¿Para qué se puede usar un préstamo de garantía?

A causa de que ofreces un objeto de valor como garantía, las tasas suelen ser bajas. Por ende, la rentabilidad que le saques a esta deuda para realizar alguna inversión es considerable. Ejemplos de este tipo de crédito son los préstamos hipotecarios, en el cual das en garantía tu casa, a cambio de tasas accesibles y otros beneficios.

4.    Préstamo de nómina

Préstamo de nómina o préstamo de libranza. Es aquel que toma en cuenta tu empleo y tu sueldo para ofrecerte un crédito determinado. En algunos bancos, te pueden prestar el equivalente de 12 meses de tu sueldo. En términos generales, este préstamo te cobrará, además de los intereses, comisiones por apertura, cuota anual, cuota mensual, seguros de vida y seguros de desempleo. El plazo que te otorgan para pagar la deuda va desde un año, hasta seis años. Pero todo esto depende de las condiciones de cada financiera.

¿Para qué se utiliza un préstamo de nómina?

Puedes hacer uso de este tipo de préstamos para hacer arreglos en tu casa, irte de vacaciones o beneficiar algún proyecto que tengas. Puedes abonar pagos extra de capital para acortar la deuda y sacar mayor rentabilidad del préstamo. No obstante, ten en cuenta que hay bancos que cobran una comisión adicional por pago anticipado. Antes de adquirir este préstamo, asegúrate de que no cobren penalizaciones por dar abonos extra.

5.    Préstamo personal

Un préstamo personal funciona de forma muy similar a un préstamo de nómina. Mientras que en el segundo caso tienen en cuenta tu empleo formal, en el primero, lo que más importa son tus ingresos.

¿Para qué se utiliza un préstamo personal?

Estos préstamos son de libre uso. Para solicitarlos no tienes que explicar qué harás con el dinero, aunque sí tienes que demostrar que cuentas con los ingresos suficientes para adquirir la deuda. Puedes usarlo para viajes, inversiones, compra de servicios o productos, etc.

6.    Préstamo hipotecario

El préstamo hipotecario se utiliza para adquirir, ampliar o remodelar una casa o edificio. Para acceder a este tipo de préstamo, además de los requisitos básicos, debes dejar en garantía tu hogar y dar un enganche. El enganche es un porcentaje pequeño del valor total de la deuda que das a modo de cuota inicial. Dependiendo del país en el que te encuentres, deberás reunir entre el 5 al 10% del costo total de la inversión. Para rentabilizar mejor tu dinero, te recomendamos reunir al menos, un 20% de este valor.

Por regla general, a medida que pasen los años, la cuota de dinero que pagarás aumentará y los intereses bajarán. Esto es porque los intereses se calculan de acuerdo al monto total que estás debiendo. Dependiendo de tu capacidad de pago, podrás saldar la deuda en un periodo que va entre los 10 a los 25 años. Aunque lo ideal es que intentes disminuir este tiempo dando abonos extra para que puedas escalar económicamente más rápido.

7.    Préstamos prendarios o automotriz

Este préstamo es específico para adquirir un auto, ya sea nuevo o usado. Así como en el crédito hipotecario, requiere de un enganche o anticipo. Dependiendo de la financiera, las condiciones para acceder a este crédito serán distintas, así como sus tarifas, el enganche mínimo, y sus requisitos.

Dar un enganche bajo representa mensualidades elevadas. Un enganche alto te beneficiará con mensualidades más accesibles. Además, de no contar con un buen historial crediticio, puedes dar un enganche del 50 o 60% para acceder al crédito. Aunque, de nuevo, esto depende de cada financiera. 

A menos que utilices tu nuevo auto para producir recursos, un carro representará un enorme gasto de dinero: seguros, impuestos, gasolina, mantenimientos, etc. Lo ideal es que pagues menos por un auto que no te va a generar rentabilidad económica. Por eso, abona al capital siempre que puedas para acortar la deuda.

8.    Microcréditos

Los microcréditos son préstamos de pequeñas cantidades de dinero. Se suelen devolver en plazos menores a un mes, junto con los intereses que se hayan generado. Son préstamos sin aval para personas que no cuentan con los requisitos que suele pedir un banco, con el fin de sacar adelante proyectos que mejoren su calidad de vida. Sin embargo, ten en cuenta que los intereses de este producto financiero pueden ser altos, y entre más te demores en pagar, mayores serán los intereses. Cosa que no sucede con los microcréditos de Pisto, pues las tasas de interés que encontrarás aquí son justas con el bolsillo de las personas.

¿Para qué se utilizan los microcréditos?

Ya sea para emergencias o para casos específicos, asegúrate de que cuando emplees estos créditos, tengas la certeza de que podrás pagarlos a tiempo.

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9.    Préstamos del gobierno para negocios

Muchas veces, los gobiernos ofrecen programas con el fin de promover el crecimiento de la economía nacional. Estos préstamos se usan para empezar un negocio o para adquirir maquinaria, en caso de que ya esté operando la empresa.

Por lo general, los costos de un préstamo son más económicos cuando provienen del gobierno que de una empresa privada como un banco. Para acceder a estos programas, debes de tener en orden tu plan de negocios, los papeles del comercio y de los propietarios, y la justificación del porqué necesitas el préstamo. Una vez aprobado el crédito, se revisará periódicamente la salud de tus finanzas, y el correcto uso de los recursos prestados. En este mismo grupo entran los créditos comerciales, que están destinados al financiamiento y correcta liquidez de las pequeñas y medianas empresas.

10. Préstamos educativos

Los préstamos educativos están dirigidos a financiar las carreras profesionales de las personas. Cuentan con tasas de interés especiales, y dependiendo de las condiciones de cada entidad financiera que preste este crédito, comenzarás a pagar una vez finalices la carrera. Sin embargo, como en todo, lee siempre la letra pequeña.

Tipos de créditos en El Salvador

préstamos en El Salvador

La Superintendencia del Sistema Financiero, con el fin de regular y supervisar los productos crediticios, ha agrupado los créditos en tres grupos de riesgo principales y establecido algunos requisitos a tener en cuenta para acceder a los préstamos:

  1. Créditos para empresas: para acceder a este crédito, debe comprobarse un adecuado comportamiento crediticio, tener capacidad de pago y análisis de las proyecciones, viabilidad del proyecto y garantías adecuadas para la deuda respectiva.
  2. Créditos para vivienda: para construcción, remodelación, reparación o adquisición de un bien inmueble. La persona debe demostrar capacidad de pago, así como buen comportamiento crediticio.
  3. Créditos para consumo: estos son préstamos personales para financiar bienes de consumo o el pago de servicios. En este grupo también entran las tarjetas de crédito.

De estas tres clasificaciones, se desglosan el resto de créditos y otros tipos de préstamos que se ofrecen en el país. En general, cada producto financiero debe asegurarse de evaluar que la persona deudora tenga capacidad de pago, salud financiera, responsabilidad y una situación económica sana.

Finalmente, ya conoces mejor las opciones que dispones para realizar tus proyectos. Cualquiera que sea la decisión que tomes, compara las características de cada producto financiero para que escojas el que mejor beneficio te ofrezca.